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Cebrián asegura que PRISA aspira a convertirse en un "grupo global"

Augura una "fuga galopante" de la publicidad hacia Internet

Rosario G. Gómez

Las trabas impuestas desde el poder han frenado el desarrollo de grandes conglomerados mediáticos. Y esta fragmentación es "preocupante" porque deja a España en una situación de "absoluta dependencia" de Estados Unidos y Japón, mantuvo ayer el consejero delegado del Grupo PRISA, Juan Luis Cebrián, durante su intervención en Fórum Europa. En el marco de la sociedad de la información, PRISA aspira a convertirse en un "grupo global" y ser "protagonista del mercado luso y español".

A través de tres grandes áreas de actividad - educación, audiovisual, prensa y radio- y con la vista puesta en Internet, Cebrián considera que PRISA (empresa editora de EL PAÍS) está en una privilegiada situación para ser el primer grupo de comunicación tanto en España como en América Latina. No obstante, afirmó que el desarrollo de la sociedad de la información tendrá efectos sobre las líneas de negocio tradicionales, afectadas sobre todo por "la fuga galopante de la publicidad a Internet".

Cebrián criticó la "política cortoplacista" y la falta de "un marco conceptual" para afrontar "la odisea de la comunicación y de la democracia en el siglo XXI". Aventuró que no habrá una Ley General Audiovisual porque el Gobierno ha regulado este sector, de manera "grave", a través de una ley de medidas urgentes para el impulso de la televisión digital terrestre. Y consideró un "escándalo" la falta de transparencia y la intervención de los poderes públicos en los derechos deportivos, un comportamiento que "sería inadmisible en cualquier sector de la producción o la distribución"·

Negó que España exista una guerra de medios, pese a que "se ha instalado en el imaginario colectivo que unos periódicos o una cadenas de radio son del Gobierno o de la oposición". Esta idea, según Cebrián, está "alentada por la clase política" y es "destructiva para la democracia". Insistió en que los medios de PRISA no se sienten comprometidos "con ninguna opción política o económica" sino con los lectores, los oyentes y los telespectadores y con el "rigor informativo". Esto es "mucho más importante que discutir sobre el ácido bórico", dijo.

En el terreno político, calificó de "errónea" la actitud del PP en el proceso de paz porque el terrorismo "es una cuestión de Estado, no un arma política". "Lo que se está montando en torno al 11-M es una vergüenza, simplemente porque el Gobierno de Aznar mintió cuando dijo que el atentado fue de ETA".

A preguntas de los asistentes, aseguró que el EL PAÍS colaboró con todos los gobierno en la lucha contra el terrorismo. Y recordó que en su etapa de director de este diario fue el único periodista que fue llevado a un tribunal por el entonces ministro del Interior, José Barrionuevo, por denunciar el GAL. "Sólo hay que mirar las hemerotecas", explicó Cebrián, "para ver qué publicaban entonces a favor del GAL los que luego han afirmado haberlo descubierto.

Más información en la página 72

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