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La Cumbre de Nairobi propone ampliar las vías para reducir la emisión de gases

Representantes de 189 naciones intentan reforzar la implicación de los países en desarrollo

Los compromisos de los países desarrollados para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero asumidos en el Protocolo de Kioto deben extenderse después de 2012, cuando termina el primer periodo de su cumplimiento. En eso están de acuerdo la inmensa mayoría de los delegados de 189 países participantes en la cumbre de Naciones Unidas sobre cambio climático que se celebra en Nairobi. Pero no será suficiente. Por ello los participantes han resaltado la necesidad de abrir nuevas vías para afrontar el problema, que ya se están discutiendo, y que también podrían asumir los países en desarrollo.

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Para muchos estas nuevas medidas hay que acordarlas con urgencia de manera que no haya un vacío de compromisos en 2012. Sin embargo, el proceso no está aún maduro para que de esta conferencia salgan fijados los nuevos acuerdos, fechas y cantidades de emisiones a controlar, según consideran los expertos.

"No creo que logremos aquí un mandato formal de negociación para después de 2012, es demasiado pronto", afirmó ayer el holandés Yvo de Boer, secretario general de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC, sus siglas en inglés). Con mandato se refería a una decisión como la que se tomó en la cumbre de 1995, para tener un protocolo listo en dos años, que fue el Protocolo de Kioto de 1997.

Sin embargo, se están discutiendo ya muchas vías de avance y el objetivo de casi todos es que haya continuidad después de 2012 para las actuaciones iniciadas. Por ejemplo, las empresas que están actuando en el mercado mundial de carbono deben hacer sus planes a largo plazo, sin incertidumbres, y los países deben planificar su respuesta al calentamiento global a medio y largo plazo.

"El cambio climático todavía se considera demasiado a menudo como un problema medioambiental cuando debe ser parte de una agenda más amplia de desarrollo y economía. Hasta que no reconozcamos todo el alcance de la amenaza nuestra respuesta se quedará corta", ha expresado recientemente Kofi Annan, secretario general de Naciones Unidas, en un artículo publicado en The Washington Post. Annan inaugura mañana la fase ministerial de la Cumbre de Nairobi.

Para los países en desarrollo cabría establecer un sistema de compromisos voluntariamente asumidos por ellos pero con incentivos para su cumplimiento. Y podrían definirse, tal vez, por sectores.

Por ejemplo, si un país en desarrollo se compromete a que sus emisiones no aumenten más del 20% en plazos determinados y logra contenerlas en el 15% podría acceder con ese 5% de propina al comercio mundial de emisiones. Este comercio, aunque está dando sus primeros pasos, resulta ya importante. Annan evalúa que su volumen alcanza ya los 30.000 millones de dólares -23.437 millones de euros- este año pero que puede generar hasta 100.000 millones -78.125 millones de euros- cuando esté plenamente desarrollado.

"Tenemos que lograr que todos entiendan que se necesita mucha ambición en la determinación de los esfuerzos porque el riesgo que tenemos es no llegar a tiempo [para hacer frente al cambio climático] o no hacer lo suficiente", dijo ayer Teresa Ribera, directora de la Oficina Española de Cambio Climático. "Simultáneamente es importante que todos estén convencidos de que el acuerdo que asuman es justo en el reparto de los esfuerzos".

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