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El Grupo Socialista pide que la Iglesia se autofinancie

Carlos E. Cué

El Grupo Socialista organizó ayer en el Congreso unas jornadas sobre "la laicidad como marco para la libertad", promovidas por el diputado Álvaro Cuesta, en las que todos los ponentes concluyeron que el actual sistema de financiación de la Iglesia católica con fondos públicos es inconstitucional, por lo que reclamaron a la Conferencia Episcopal que cumpla con su compromiso y busque mecanismos para autofinanciarse. En su opinión, el actual sistema "rompe el principio de netralidad del Estado" porque hay una financiación encubierta que beneficia a una sola confesión.

Cuesta, secretario de libertades públicas del PSOE y por tanto miembro de la más alta dirección, ha roto la disciplina de su partido en varias ocasiones para oponerse a la sobrefinanciación de la Iglesia.

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Según sus cálculos, en los últimos 15 años la Conferencia Episcopal ha recibido 400 millones de euros extras de los Presupuestos como adelanto de cuenta de lo que debería recibir a través del porcenaje del IRPF que le corresponde. Cada año cae el número de personas que rellenan la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta (ahora ronda el 34%), pero el Gobierno nunca reclama a la Conferencia Episcopal que le devuelva ese plus que no le corresponde. Cuesta denunció el "fundamentalismo" de la iglesia española y recordó que ese dinero se utiliza tanto para pagar los sueldos de los curas como para financiaciar la COPE.

Las jornadas fueron presentadas por Diego López Garrido, portavoz del Grupo Socialista, quien defendió el valor de la laicidad pero no entró a discutir la actual financiación de la iglesia española. De hecho, el Ejecutivo está negociando con la Conferencia Episcopal un nuevo sistema, y no parece previsible que las tesis de Cuesta se impongan.

El sistema que propone la secretaría de libertades públicas del PSOE consiste en un periodo de tres años para que la Iglesia se prepare a autofinanciarse. Después, el Estado se limitaría a incentivar, mediante deducciones fiscales de hasta el 15%, a los fieles para que sufraguen ellos mismos a sus confesiones.

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