_
_
_
_
_

Las amenazas de ETA a periodistas lastran la libertad de prensa, según Reporteros sin Fronteras

Rosario G. Gómez

Corea del Norte, donde Kim Jong Il ejerce un dominio absoluto sobre la información, es el país en el que la mordaza más pesa sobre la prensa, según la lista que anualmente elabora Reporteros sin Fronteras (RSF). Pero esta organización alerta del retroceso que está experimentado la libertad de expresión en Estados Unidos, Japón y algunos países europeos. Entre ellos, España, que desciende un puesto respecto al año pasado y ocupa el 41 en la lista mundial y el penúltimo de la clasificación de la Unión Europea (sólo por delante de Polonia) como consecuencia de las amenazas de ETA contra decenas de periodistas.

Especialmente significativo es el retroceso en Dinamarca. Después de encabezar la lista de países con mayor libertad cae al puesto 19 por las polémicas caricaturas de Mahoma publicadas en un diario danés. Estas viñetas provocaron una oleada de amenazas de islamistas radicales a los periodistas. RSF afirma que en Dinamarca algunos informadores han tenido que llevar protección.

Francia también pierde posiciones, hasta situarse en la plaza 35. Esta caída obedece a la multiplicación de registros en medios de comunicación y a las agresiones a periodistas durante las violentas manifestaciones en los suburbios de París el año pasado.

El "deterioro de la atmósfera" entre la prensa y la administración de Georges W. Bush, que considera sospechoso a cualquier periodista que cuestione su "guerra contra el terrorismo" ha conducido a Estados Unidos al puesto 53 (nueve más atrás que el año pasado), según la organización. RSF asegura que el celo de la justicia federal, que no reconoce a la prensa el privilegio del secreto de las fuentes, amenaza incluso a periodistas cuyas investigaciones son ajenas a los casos de terrorismo.

Con todo, el "trío infernal" de la libertad de expresión lo forman Corea del Norte (en el puesto 168 y último), Turkmenistán y Eritrea, países que han endurecido el tono, como pone de relieve la muerte por torturas de una periodista turcomana.

Reporteros sin Fronteras destaca el avance de la libertad de prensa en Bolivia, un país que se ha situado a la altura de Austria o Canadá, y expresa sus temores sobre la evolución en Rusia tras el asesinato de Anna Politkovskaya.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_