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El botiquín casero crece demasiado

Dos tercios de las cajas de fármacos llevan más pastillas de las necesarias para el tratamiento

Los mayores de 60 años son los primeros consumidores de medicamentos (el 73% toma alguno a diario). Ello les lleva a acumular los más importantes botiquines caseros, una de las causas más importantes de la automedicación (casi la mitad toma fármacos sin prescripción médica), según un estudio que la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (Ceaccu) presentó ayer.

Pero si a los mayores les sobran fármacos no es porque no sigan el tratamiento a rajatabla, sino, simplemente, porque los envases de los fármacos llevan más pastillas o píldoras de las necesarias y sobran. Esto ocurre en el 61,2% de los casos, de acuerdo con el trabajo.

El estudio se hizo sobre una muestra de 1.700 personas mayores de 60 años. La toma de fármacos sin control médico está relacionada con un 33% de los ingresos hospitalarios, según datos del Ministerio de Sanidad. Por eso el trabajo de la Ceaccu, además de recoger información, debe ser un primer paso para la formulación de nuevas medidas, dijo la presidenta de la confederación de consumidores, Isabel Ávila.

Una de las medidas que deben ayudar es el ajuste de las dosis de los envases a los tratamientos medios. Sanidad ha indicado que va a trabajar con los fabricantes en este sentido (por ejemplo para que una caja de antibióticos tenga las 14 pastillas necesarias para un tratamiento, en lugar de 20). El ministerio ha descartado que sean los farmacéuticos los encargados de dar a los pacientes el número exacto de pastillas. Para ello tendrían que manipular los medicamentos, lo que tiene problemas legales.

Otro asunto que "es posible" que mejore, según Ávila, es el de las continuas visitas de las personas mayores a los ambulatorios sólo para recoger recetas. Hasta un 25% de ellos (más de dos millones de personas) acude quincenalmente al médico para que éste les dé las recetas que necesitan para tratamientos crónicos. Este continuo ir y venir, con las molestias que supone para los enfermos y la carga de trabajo burocrático que representa para los médicos, podrá reducirse cuando se establezca un sistema de receta electrónica, de manera que el farmacéutico tenga en su ordenador la indicación de qué toma un paciente y durante cuanto tiempo. Esta idea está esbozada en la Ley del Medicamento aprobada la semana pasada.

Una farmacéutica ordena medicamentos.
Una farmacéutica ordena medicamentos.L. RICO

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