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Reino Unido abandera la lucha contra el cambio climático y alerta de sus consecuencias económicas

Londres ficha a Al Gore como asesor y publica un informe en profundidad sobre esta amenaza

Tony Blair parece querer hacer de la lucha contra el cambio climático su caballo de batalla político para sus últimos meses al frente del Gobierno británico. Tras el fichaje como asesor al ex vicepresidente norteamericano y activista ecologista Al Gore, Blair ha echado mano del diario sensacionalista The Sun para amplificar un informe que se conocerá hoy y que, en líneas generales, advierte de que descuidar la lucha contra esta amenaza podría provocar una recesión económica similar a la de los años 30.

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Blair ha dicho a este periódico que el informe es el más importante que ha recibido durante su más de una década en el poder. Con su relevo al frente del Gobierno previsto para los próximos meses, parece que su más que probable sucesor, el ahora ministro del Tesoro, Gordon Brown, adoptará también una línea militante en este sentido, puesto que ha sido él quién ha encargado el informe y quién ha fichado como asesor a Gore.

Londres espera que poner el énfasis en las consecuencias económicas del cambio climático pueda generar mayor interés en Estados Unidos, según desvela el diario británico The Guardian. El Gobierno de George W. Bush se ha opuesto hasta hoy a respaldar el protocolo de Kioto alegando que tendría consecuencias gravosas para su economía.

En sus conclusiones, el autor del informe, Nicholas Stern, asegura que la inacción total costará a la economía global entre el 5% y el 20% de su crecimiento en los próximos años. Stern anima a negociar un acuerdo internacional que tome el testigo del de Kioto a partir de las conversaciones que bajo el paraguas de Naciones Unidas se iniciarán el mes que viene en Kenia.

Precisamente hoy, el secretariado de la ONU para el cambio climático ha advertido de que las emisiones de gases contaminantes por parte de los países industrializados alcanzaron en 2004 sus niveles más altos desde la década de los 90. Los 40 países más desarrollados (entre los que hay muchos firmantes del protocolo de Kioto) soltaron 17.900 millones de toneladas de CO2 ese año, un millar de millones más que el anterior.

Stern ha recibido el encargo de presionar a políticos y empresarios estadounidenses para que tomen medidas contra el cambio climático. Además, el ministro británico de Medio Ambiente, David Miliband, ha desvelado que el Gobierno se plantea crear un impuesto que ayude a recortar las emisiones contaminantes a la atmósfera.

En cualquier caso, las consecuencias de no tomar medidas contra el cambio climático no son meramente económicas. Según el informe (700 páginas que se hacen públicas hoy), hasta 100 millones de personas se convertirán en refugiados por culpa de inundaciones o por la subida del nivel del mar. El deshielo de los glaciares provocará que a una de cada seis personas en el mundo les falte agua. Además, hasta un 40% de las especies naturales podría extinguirse.

La clave para evitar todo esto pasa porque los países que más contaminan (Estados Unidos y China, entre otros) reduzcan sus emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, según informa la radiotelevisión pública británica. "A menos que [las medidas se tomen a una escala que] sea internacional, no lograremos que sea suficiente", ha contado Stern a la BBC.

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