_
_
_
_
_

Una niña británica recupera su corazón tras 10 años de trasplante

El órgano original permanecía en el pecho junto al implantado, retirado ahora por un rechazo

Los médicos del hospital londinense Great Ormond Street han tenido que retirar a Hannah Clark, de 12 años, el corazón que otro cirujano le había trasplantado 10 años antes. Por fortuna, aquel cirujano había tenido la inspiración de dejar también en el pecho de la niña su maltrecho corazón original, afectado entonces de una gravísima cardiomiopatía (una inflamación del músculo cardiaco), y que durante estos 10 años, gracias a que ha cumplido un mero papel marginal en el bombeo de sangre, se ha recuperado. Hannah sólo piensa en volver a clase.

Hannah Clark necesitó un trasplante de corazón al cumplir dos años. Los médicos le habían detectado una cardiomiopatía, una inflamación del músculo cardiaco que intenta compensar su escasa capacidad para bombear sangre. En el caso de Hannah, el problema era tan grave que había duplicado el tamaño de su corazón.

En la operación de hace 10 años, el cardiólogo de origen egipcio Sir Magdi Yacoub procedió con el trasplante sin extraer el órgano de la niña de su posición natural. Ambos corazones coexistieron, con el órgano donado (o trasplante heterotópico) insertado en la parte derecha del pecho y conectado al órgano enfermo. Este último seguía recibiendo sangre, pero la carga de las funciones vitales recaía en el corazón trasplantado.

La pequeña Hannah siguió creciendo con ambos órganos. Aunque tomaba fuertes fármacos inmunosupresores, en una revisión periódica, el pasado noviembre, el médico detectó síntomas de rechazo del transplante. Los especialistas decidieron intervenir de nuevo.

"La cuestión principal que nos planteamos fue si el corazón propio de Hanna se había recuperado. No estábamos seguros de que así fuese, pero decidimos darle una oportunidad", explicó ayer Yacoub. El equipo del hospital Ormond Street solicitó la asesoría de Yacoub durante la intervención. "Yo trasplanté el órgano y conocía su posición exacta, y su conexión con el corazón de Hannah", recordó el especialista, que hasta su reciente jubilación ha ejercido en la sanidad pública y privada en el Reino Unido.

En esta segunda operación, efectuada el pasado febrero, se desconectó el órgano transplantado y se confirmó la buena salud del corazón original. "Se ha recuperado casi por completo. Hannah tiene ahora un corazón normal. Estamos encantados", señaló a la BBC Yacoub. La intervención avanzó mejor de lo que se esperaba. Los especialistas anticipaban unas ocho horas en quirófano y una convalecencia de varias semanas, pero la pequeña estaba en la UVI a las cuatro horas y cinco días después regresaba a su casa de Mountain Ash, en el sur de Gales. "Nadie pensó que iba a estar así tan pronto. Está disfrutando de la vida y tiene muchas ganas de volver al colegio después de las vacaciones de Semana Santa", confirmó ayer su madre, Elizabeth Clark.

Meses antes de que le fallara el órgano donado, Hannah fue diagnosticada con un cáncer linfático, que ha remitido tras un tratamiento de quimioterapia. Desde la operación del pasado febrero ya no tiene que tomar fármacos inmunosupresores

"Los cirujanos llevan tiempo pensado que si un corazón falla debido a una inflamación aguda, podría recuperarse si se le da tiempo para descansar", explicaba el director de la British Heart Foundation, Peter Weissberg. "Parece que esto es exactamente lo que ha sucedido en este caso. El trasplante heterotópico permitió reposar al corazón de la paciente".

La revolucionaria técnica puede adaptarse a la técnica moderna: en lugar de un órgano donado, hoy se usaría algún tipo de corazón mecánico o dispositivo de asistencia ventricular, que a veces pueden suplir las funciones del corazón enfermo hasta que éste se recupera. "En el pasado, los pacientes con el corazón inflamado morían o recibían un transplante antes sin dar tiempo a que su corazón se recuperara", recordó Weissberg.

La pequeña Hannah Clark posaba el miércoles junto a su casa de Mountain Ash, en el sur de Gales.
La pequeña Hannah Clark posaba el miércoles junto a su casa de Mountain Ash, en el sur de Gales.ASSOCIATED PRESS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_