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El sistema sanitario español ignora al paciente, según un estudio

España ocupa el puesto 16º de la UE en participación de los enfermos

El sistema sanitario español, considerado técnicamente como uno de los mejores del mundo, pierde enteros cuando se estudia el papel que concede a los pacientes. Así lo refleja un estudio realizado por la consultoría sueca Health Consumer Powerhouse. Según esta clasificación, que se basa en 28 indicadores, España ocupa el puesto 16º entre los 25 de la Unión, y suspende cuando se evalúan los derechos de los pacientes.

España suspende en 12 de los 28 parámetros estudiados, la mayoría de ellos en los que miden la participación de los pacientes y sus derechos. Entre estos puntos están la participación de los pacientes en los organismos que toman las decisiones, la falta de un criterio claro de seguros ante imprudencias o mala práctica, las comodidades ofrecidas a los enfermos crónicos que tienen que renovar periódicamente sus recetas, si pueden comunicar por correo electrónico con su médico de cabecera o la posibilidad de ir directamente a un especialista.

Obtiene mejores resultados cuando se incorporan indicadores de calidad asistencial, como las tasas de mortalidad por cáncer de mama, la gratuidad en pruebas como los rayos X y la rapidez con que se tiene acceso a nuevos medicamentos contra el cáncer.

En total, la manera en que el sistema sanitario español tiene en cuenta a los pacientes obtiene 434 puntos de 750 posibles (el equivalente a un 5,8 sobre 10). El mejor parado es Francia, con 576 puntos (un 7,7 sobre 10). La media de los 26 países estudiados está en 464. Si se tiene en cuenta sólo a los países de la UE antes de la última ampliación, España ocupa el penúltimo lugar empatada con Grecia y por delante de Irlanda.

Aparte de los puntos mencionados, los investigadores de la organización -una potente asesoría que trabaja para el Gobierno sueco y la Comisión de Sanidad de la UE, entre otros- destacan dos aspectos: la creciente aparición de diferencias entre las comunidades y el importante peso que mantiene la sanidad privada.

Más participación

"Este trabajo refrenda lo que venimos denunciando desde hace años, con la Declaración de Barcelona o las 251.000 propuestas (una por cada afiliado) que presentamos este año", afirmó el presidente del Foro Español de Pacientes, Albert Jovell. "Hace falta una mayor participación de los pacientes en la organización, una mayor democratización", insiste este médico, que es a la vez paciente. Entre las peticiones de esta organización está la creación de figuras del Defensor del Paciente [no confundir con la asociación del mismo nombre] en todas las comunidades -ahora sólo lo tiene Madrid- o la participación en el Consejo Social de Sanidad.

El presidente de la Coalición de Ciudadanos con Enfermedades Crónicas, Juan Antonio Herrada, coincide: "No nos sorprende" el retrasado puesto español. "Coincide con lo que nos comenta la gente, sobre todo en lo que se refiere a la asimetría regional. No puede ser que el País Vasco haga mamografías sistemáticamente a las mayores de 50 y que en Andalucía no la hagan hasta los 58. Las enfermedades no tienen pasaporte", afirma.

Otros aspectos clave son los que se refieren a las listas de espera y a la entrevista médica, aunque Herrada apunta que menos que el tiempo que se tarda en ser recibido por el médico de atención primaria (generalmente, no más allá de un par de días), lo que molesta a los pacientes es el trato que reciben durante la visita: "Lo que no puedes aguantar es que te despache en dos minutos, sin levantarse y sin mirate siquiera".

Para Jovell, la falta de participación de los pacientes es un lastre que se arrastra en el sistema español. "Primero se utilizó la excusa de que las asociaciones de pacientes dependían económicamente de las farmacéuticas", por lo que las autoridades tiene miedo de que incluirlas en los órganos de decisión sea tener dentro a un grupo de presión, explica. "Pero lo mismo sucede con las sociedades científicas, y a ellas sí las tienen en cuenta", rebate.

Ahora, "se habla de que se trata de un movimiento muy fragmentado, cuando eso ya no es así: hay un par de organizaciones que agrupan a pacientes de diferentes dolencias que podrían ser representativas", añade Jovell. De todas formas, el presidente del foro de pacientes admite que en los últimos tiempos la Administración ha contado algo más con ellos, por ejemplo en los planes de cuidados paliativos, de atención primaria o "alegaciones a algunos proyectos de ley".

De todas formas, ni el Foro ni la Coalición están de acuerdo con todo el informe. A Jovell le sorprende que Francia ocupe el primer puesto, cuando Holanda, Reino Unido o los países escandinavos tienen "una tradición mucho mayor de participación de los pacientes".

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