_
_
_
_
_
Entrevista:AQUÍ UNOS AMIGOS

Joan Manuel Serrat: "Para mí el verano es robar melocotones, coger nidos..."

José L. García Sánchez: "¡Pero si todo eso que dices es delito!"

Juan Cruz

Joan Manuel. El verano para mí es una época de felicidad y libertad; la siento muy ligada a la niñez. La libertad es el verano.

José Luis. En Castilla la Mala, que es Castilla la Vieja, los exámenes estaban ligados a las faenas del campo, a la paja (a la paja mala). ¡A nosotros nos quitaron el verano! Y ustedes, los levantinos, que tienen esos helados tan maravillosos. ¡En la España profunda los helados son trozos de hielo, de hielo malo! El helado levantino tiene un sabor poderoso. ¡En Castilla la Vieja los helados están calientes!

Joan Manuel. A mí mi familia me mandaba a veranear a Viana, en Navarra, y me sentía fantástico en las eras... Y los helados, sí, eran trozos de hielo. Pero yo ligo el verano a la libertad, a comerte un melocotón, a subirte a un árbol a robar nidos, a poner cepos...

José Luis. ¡Todo eso es delito!

Joan Manuel. Sí, ya sé que es delito, pero es una época irrepetible y fantástica. En la niñez los días son muy largos y tienes muchas cosas al alcance. A medida que pasa el tiempo puedes hacer menos cosas, los días se acortan...

José Luis. Para mí el verano, más que comer melocotones, era conocer chicas, intentar arrimarse uno a ellas, cosa que en el invierno era imposible. La captura del melocotón carece de sentido si no hay una pierna de chica en un árbol, más o menos cercana.

Joan Manuel. Tenían horarios diferentes. El día era para los pajarillos, para ir a pescar, a nadar, y cuando se hacía oscuro íbamos a los lugares donde se cobijaban las parejas, los que tenían más años...

José Luis. Voy a revisar eso que dices: para coger fruta era mejor la noche, porque no te ven; y para las chicas es mejor el día, porque las ves.

Joan Manuel. ¡Pero cuando llegas a esas conclusiones ya no tienes cuerpo para hacerlo! Nos caemos si intentamos subir al árbol y las chicas dicen que no tenemos edad...

José Luis. Casi todas las chicas y casi todas las frutas hay que comprarlas en el mercado a determinada edad. Pero tú hablas del placer sensorial del verano... Y para ti había sensaciones distintas que para mí...

Joan Manuel. Nacer, criarse frente al mar..., todo eso genera ilusiones distintas...

José Luis. Y cuando ibas a la playa verías a unas chicas en biquini fabulosas, y nosotros sólo veíamos parejas de la Guardia Civil...

Joan Manuel. En la playa también había parejas de la Guardia Civil...

José Luis. ¡Ya no existen! Ahora jamás ves a una pareja de la Guardia Civil en la playa, salvo que haya parejas gay.

Joan Manuel. Ahora las parejas de la Guardia Civil van en pelotas y con el tricornio. Las reconoces por el tricornio.

José Luis. A eso me refiero. Yo preferiría ser joven en Barcelona ahora que ser joven cuando yo fui joven y en mi tierra...

Joan Manuel. Lo que importa es estar dentro de lo posible, no estar demasiado a disgusto con lo que ha sucedido y pensar que la vida es lo que tienes y lo que te queda por delante.

José Luis. ¡Eso es nostalgia! Sólo te admito la melancolía.

Joan Manuel. No, no, yo no tengo nostalgia; amo la melancolía... Lo que sí creo es que resulta imposible alcanzar los sentimientos de felicidad que sentimos en los momentos en que te abres a la vida... ¡Esa limpieza que se siente en la niñez preadolescente! Yo creo que eso es irrepetible... Por eso es tan jodido ver a un niño triste. Un niño triste es un preludio de vida espantosa.

José Luis. Si yo tuviera ahora posibilidad de mostrarte fotos de mis compañeros, los niños con los que iba a estudiar en invierno... ¡Todos tienen caras de niños tristes! ¡Nadie se reía!

Joan Manuel. Y la cara del fotógrafo. Era como un ritual. Ahora todo el mundo va con la cámara que lleva en el móvil... En nuestra época, esa foto de los niños era una ocasión especial, era una ceremonia, y las ceremonias eran jodidas.

José Luis. ¡En mi época la infancia era un espanto! Este país daba miedo... ¿Fuiste al sastre alguna vez?

Joan Manuel. En la niñez fui alguna vez... Me hice un traje de entretiempo, un traje espantoso, pasabas calor en verano y frío en invierno, con pantalones bombachos y color gris marengo... Es el traje que me sirvió para ir a la boda de mi prima Gloria... Duró hasta que pegué el primer estirón...

José Luis. Nos llevaban al sastre para nos hicieran un traje... por si acaso... Seguro que el tuyo está guardado en un armario...

Joan Manuel. Mi madre lo tiraba todo. ¡Yo lo guardo todo!

José Luis. Lo más progresista del mundo es tirarlo todo, quemarlo, hacerlo inservible... Desprenderte de lo innecesario, de lo no imprescindible...

Joan Manuel. A mí me cuesta desprenderme de los libros...

José Luis. Lo de los libros es terrible, esa avidez con que los almacenamos... A mi mujer le horroriza que me deshaga de ellos, así que puse pilas junto a la puerta y la gente se los iba llevando. ¡Tres tomos de Carpentier! ¡Mi mujer me mata si sabe que se los ha llevado la gente! Pero la gente se los fue llevando... durante 10 días. ¡Después traía sus propios libros! Imposible esta tarea de limpiar... Fíjate dónde estamos, corre un airecito en la calle, estamos vivos.

Joan Manuel. ¡Nos reímos, la vida sonríe y canta! Busquemos algo para reñir.

José Luis. Yo soy del Real Madrid.

Joan Manuel. Yo tampoco soy anti Real Madrid. Así que lo tenemos jodido. Además, ¿para qué vamos a reñir? La risa es lo más saludable que existe.

El cantante Joan Manuel Serrat y el cineasta José Luis García Sánchez, en Madrid.
El cantante Joan Manuel Serrat y el cineasta José Luis García Sánchez, en Madrid.SANTI BURGOS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_