_
_
_
_
_
Entrevista:AQUÍ, UNOS AMIGOS

José Luis Cuerda: "Hubo quienes mataron por interés en la guerra"

Carmen Romero: "La impunidad, ése es el riesgo de las dictaduras"

Juan Cruz

Carmen. Seguro que en tus películas hay algo autobiográfico, se me ocurre.

José Luis. Lo hay, por ejemplo, en Amanece que no es poco, y también hay algo autobiográfico en Así en el cielo como en la tierra, que es una película de una hora, para televisión. Pasan ahí cosas que son de verdad y creen que las invento. En el pueblo de mi padre, en Albacete, había un ciego que vivía con una mujer muy mala; le obligaba a saltar saltos que no existían. ¡Y el pobre ciego se pasaba el día dando saltos! O lo ponía a desayunar huevos fritos en una sartén donde no había nada, ¡y le gritaba porque no atinaba cuando mojaba! Eso puse en la película, y me decían: "¡Qué mala leche tiene Cuerda!". ¡Pero si eso pasaba en la vida real!

Carmen. ¿Y por qué te metes en la última casando a los novios?

José Luis. ¡Porque yo los había metido en el lío, yo era el guionista y el director de la película, y los había obligado a hacer el papel que estaban haciendo!

Carmen. Has tardado mucho en hacer una película, desde La lengua de las mariposas.

José Luis. ¡He estado produciendo! He producido a Amenábar, pues no es poco trabajo producir Los otros... Estuve adaptando El hereje, de Miguel Delibes, ¡un guión de cuatro horas, un trabajo de cuidado! Además, hice otro guión, que anda por ahí. Y, además, me metí con la bodega, y muchas otras cosas de la vida. Tuve que restaurar una casa del siglo XVI.

Carmen. Amanece que no es poco es un disparate. Pero tiene un hilo, el del absurdo. ¿Cómo la vieron por ahí?

José Luis. Cuando la pusieron en el Festival de Montecarlo, había ocho o diez en la sala, ¡y salían a llamar a la gente, y aquello se llenó! Y la premiaron. Yo me he fijado mucho en el trabajo de Berlanga, de Fernán-Gómez, y después he aplicado mi propio modo de ver el mundo rural, que ha cambiado tanto... ¡Más que absurdo, es tirar de la lógica! En la película, Manuel Aleixandre hace de hijo de Agustín González, que tiene 20 años menos que él. Y un día sale Aleixandre de la escuela y le dice al padre: "Padre, me he hecho grande". Y el padre le replica: "Pues vaya estirón que has pegado". ¡Pero eso pasó en la vida! A mí me consultaba mi padre lo que tenía que hacer.

Carmen. Qué buenos actores tenía esa película.

José Luis. Berlanga dice que es el mejor reparto de la historia del cine en España. Y, además, nos lo pasábamos muy bien. Está Ciges. Fíjate lo que le pasó a Ciges, que además era sobrino de Azorín por parte de madre: el padre era gobernador civil de Segovia cuando la guerra, llegó el glorioso movimiento y se lo cargaron. A la madre la metieron en un convento, a la hermana en otro, y a él en otro, y cuando se forma la División Azul lo mandan al frente, ¡para lavar su apellido, como Berlanga! Una noche estaba montando guardia en la estepa rusa, mirando el horizonte, ¡y cuando se hace de día se da cuenta de que en realidad se ha pasado la noche ante una tapia creyendo que ésta era el horizonte! Ciges era maravilloso.

Carmen. Me produjo mucha tristeza el final de La lengua de las mariposas, ese niño que apedrea al maestro cuando empieza la Guerra Civil.

José Luis. Ese final está en el cuento de Manolo Rivas. La madre repeina al niño, le pone la corbata, lo lleva a la plaza y hace que el marido, que es un pusilánime, vaya también a la plaza, y cuando meten al maestro en el camión donde se lo llevan los nacionales todos le gritan, y el niño también lo insulta. Pero lo insulta con las palabras que le ha enseñado el maestro. Claro, están allí los militares humillando a la ciudadanía.

Carmen. Y haciendo que unos niños sean capaces de apedrear al maestro.

José Luis. Tú dirás que hay odio, ¡pero es que hubo quienes mataron por interés en la guerra!

Carmen. La impunidad, ése es el riesgo de las dictaduras.

José Luis. En el Círculo de Bellas Artes, en la posguerra, había una piscina cubierta en la que un tío recibía a las madres con sus hijas, y abusaba de ellas para que no les pasara nada a sus padres. ¡Se oían los gritos de las niñas! Se enteró la mujer de Carrero, que era muy meapilas, y aquello se acabó, pero no le hicieron nada.

Carmen. ¿Y por qué te interesó La educación de las hadas?

José Luis. Porque trata de unos personajes desplazados, y del dolor. La vida es muy repuñetera. A la protagonista le pasa una cosa terrible, y se va, y el marido cree que se va porque hay otro, y lo que hay es dolor.

Carmen. No compartir el dolor es una putada.

José Luis. Pero así pasa. El dolor no se comparte.

Carmen. Pero la vida está compuesta también de dolor.

José Luis. Y pocos te pueden ayudar a salir verdaderamente de él. En las grandes cosas cada uno es cada uno. ¡En el dolor, yo busco el médico y la droga!

Carmen. Pero hay cosas que el médico no te da.

José Luis. ¡Cómo que no! El médico te da la ciencia. ¡El cariño a veces puede agudizar más tu dolor!

Carmen. Dime algo de tu amigo Azcona.

José Luis. Un ser excepcional, una de las cabezas más vivas que conozco; es más joven que cualquiera de nosotros.

Carmen. ¡Se te ha derramado el vino!

José Luis. ¡Por culpa de Azcona!

Carmen. Si se seca, no pasa nada.

El director de cine, José Luis Cuerda y la ex diputada Carmen Romero, en Madrid.
El director de cine, José Luis Cuerda y la ex diputada Carmen Romero, en Madrid.ULY MARTÍN

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_