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Reportaje:

Un coche con alas

Una empresa de EE UU presenta 'Transition', el primer modelo de todoterreno volador

Transition (Transición). Así se ha bautizado al futuro coche con alas diseñado por Terrafugia y que esta empresa estadounidense espera comercializar en 2009. Y aunque todavía deberán pasar un par de años antes de que este ingenio salte de las pantallas de los ordenadores y de los túneles del viento a la realidad, ya existe un simulador que permite experimentar cómo se maneja este híbrido entre avioneta y automóvil. El coche-volante, con capacidad para dos pasajeros, tiene precio: 148.000 dólares, unos 116.000 euros.

Hasta tal punto en Terrafugia están convencidos de que su ingenio podrá echar pronto a volar, que los potenciales compradores pueden abonar ya el 5% del valor total para ponerse en la lista de futuros conductores o pilotos. Sus diseñadores dicen que es como una especie de todoterreno, dotado de alas plegables y una hélice en la cola para el vuelo.

El objetivo es que sus futuros usuarios utilicen las cuatro ruedas para desplazarse desde casa al aeropuerto más cercano, antes de desplegar las alas para emprender el vuelo. La compañía ya ha realizado las primeras pruebas aerodinámicas con un modelo a escalda 1:5 en el túnel del viento del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) dedicado a los hermanos Wright. Ese modelo se presentó en agosto en una feria aeronáutica en EE UU y este fin de semana debutará en el EAA Sport Pilot Tour en Lawrence (Massachusetts).

El sueño de los coches con alas ya empezó a ponerse sobre papel a mediados de los años 1950 y 1960. Pero en esa época era un proyecto económicamente inviable. Los nuevos materiales más ligeros y resistentes que se utilizan en esta industria, han cambiado el panorama. Y aunque la apuesta de Terrafugia pueda sonar a ciencia ficción, lo cierto es que el sector aeronaútico en EE UU está metido de lleno en el desarrollo de lo que se conoce como aviones muy ligeros (LVJ). Este tipo de aeronaves permite evitar los grandes nodos aeroportuarios, al realizar vuelos directos entre pequeños aeropuertos locales. En el caso del coche-volante de Terrafugia, se calcula que tendrá autonomía para volar hasta 500 millas, algo más de 800 kilómetros.

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