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Entrevista:JORGE GARBAJOSA | 'Pívot' de la selección nacional de baloncesto

"No soy mucho de ligar"

Pregunta. "El líder silencioso". El hombre que habla poco. No se me callará justo ahora.

Respuesta. No me gusta mucho llamar la atención. Por eso, quizá, lo de silencioso. Y lo de líder, supongo que es porque llevo muchos años, conozco mucho a mis compañeros e intento siempre ayudar al máximo.

P. Dicen que usa el lenguaje corporal. ¿Es todo señas?

R. No. A veces soy demasiado impulsivo y gesticulo mucho con las manos cuando hablo, y sobre todo en un campo de baloncesto.

P. Es que en un campo de baloncesto, si no mueve las manos lo lleva crudo.

R. Sí. Y hay muchas cosas que se expresan mejor con las manos que con la palabra.

P. ¿Qué partes del cuerpo usaría para decirme: "Lo nuestro de Japón es la bomba"?

R. Yo creo que la expresión que teníamos todos en la cara cuando estábamos en el podio. La cara de satisfacción, de cansancio y de felicidad. Lo que mejor lo expresa es la cara.

P. Zapatero les dijo: "Habéis competido con un gran talante". ¿Propaganda electoral? ¿Barriendo para casa?

R. No. Muchas veces se corre el riesgo de politizarlo todo. Pero yo creo que el presidente estuvo muy, muy correcto y muy agradable. Y lo del talante se puede tomar por el ambiente distendido que había, como nota de humor.

P. ZP va de as de la canasta. ¿Le encuentra propenso a encestar?

R. Necesita todo el apoyo, como la selección, para poder tener éxito.

P. ¿Ha tenido infancia o es todo balón?

R. No, ni mucho menos. Intento, y creo que lo he conseguido siempre, separar. Yo no podría vivir veinticuatro horas con el baloncesto. No lo soportaría.

P. ¿Qué recuerda de niño?

R. En todos mis recuerdos están mis tres hermanos. Somos una familia muy unida. Me recuerdo haciendo mucho deporte, sobre todo con mi hermano el mayor, que era y es mi ídolo.

P. ¿Le llamaban El Gordo porque pensaban que con usted les tocó la lotería?

R. No lo sé. Pero sí que he tenido mucha suerte en esta vida. Me considero un auténtico privilegiado. Y no sólo por ganarme la vida con lo que me gusta, sino por todo lo que me rodea.

P. "La NBA es un reto". ¿Qué otros se ha marcado?

R. Muchos. Primero, el de irme cada noche a la cama tranquilo y contento de lo que he hecho. Y para mí, que mis amigos sean mis amigos, que la gente que me rodea me quiera es el mayor reto.

P. Le han cortejado muchos clubes. ¿Y señoras?

R. No suelo tener especial tirón entre las mujeres. No soy mucho de ligar, primero, porque no sé, y, segundo y más importante, porque estoy casado.

P.¿Le gustaría ser Beckham?

R. No. Los futbolistas son gente que hace muy bien su trabajo, y cuya repercusión mediática es mucho más importante que la nuestra. Les admiro, pero no les envidio.

P. Todo el mundial sin cambiarse de pantalón. ¿Al final andaba solo?

R. El pantalón ha llegado hecho unos zorros, pero fue porque todo iba muy bien, ganábamos partidos, y yo soy muy maniático y muy supersticioso. Y en la selección hay mucha gente como yo. Al último partido llegamos todos medio esquizofrénicos.

P.¿La frase que masculla antes de los tiros libres es blasfemia, improperio o talismán?

R. Es algo que decidí hacer en su momento. Un pequeñísimo homenaje a una persona muy importante en mi vida. Algo tan privado que, si se hiciera público, se rompería...

P. ¿Qué parte de su cuerpo aseguraría como la más grande?

R. No sé [rie]... No sé. Seguramente, la boca.

P.

¡Carlos Jiménez, menudos huevos tienes! ¿Es para tanto lo del capitán ?

R. Sí. En el aspecto físico, convivimos en el vestuario, pero a tanto no llego, no me fijo en esas cosas. Pero tiene unos huevos enormes en lo profesional y, sobre todo, en lo personal.

P. ¿Se les ha pasado el mosqueo porque no fuera a Japón nadie de la familia real?

R. Hombre, mentiría si dijera que no nos hubiera gustado que estuvieran allí. Pero son los Reyes de España, tienen cien millones de compromisos, y es normal.

Jorge Garbajosa, fotografiado el miércoles en una playa malagueña.
Jorge Garbajosa, fotografiado el miércoles en una playa malagueña.ULY MARTÍN

PERFIL

Con 28 años, incluido en el quinteto ideal del Mundial de baloncesto, es un deportista de altura: 2,07 metros. Le gusta que sus amigos sigan llamándole El Gordo, no perdona hamburguesa que se le cruce -"noches de McDonalds y película en casa"-, y le encanta el mar, leer, escuchar música y el fútbol: es un impenitente colchonero

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