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Reportaje:

El último de los náufragos de Rota

Ahmed Naji, muerto en una patera hundida en 2003, será enterrado hoy

Ahmed Naji, de 37 años, que fue un náufrago en vida, parecía condenado a seguir siéndolo también de muerto. Ahmed, hijo de Omar y Um Hani, nació en Tánger (Marruecos) y murió el 25 de octubre de 2003 cuando la patera en la que viajaba se hundió frente a Rota (Cádiz) haciendo que el mar se convirtiese en un repartidor de cuerpos. Hasta 37 cadáveres salieron a flote. El de Ahmed fue uno de ellos. Durante muchos meses fue Rota 04 porque, a pesar del cotejo de muestras de ADN, inicialmente sólo lograron identificarse 24 víctimas, cuyos restos fueron repatriados a Marruecos. Después de tres años en un tanatorio de Los Barrios, hoy será enterrado por cuenta del dueño de la funeraria en el cementerio municipal, donde en 2004 ya fueron inhumados 12 anónimos compañeros de travesía.

El dueño de la funeraria corre con los gastos del sepelio en el cementerio de Los Barrios

Nadie ha reclamado los restos de Ahmed y Martín Zamora, el propietario de la funeraria Sefuba, está convencido de que a estas alturas nadie lo reclamará: "Nosotros asumimos los gastos, tenemos el permiso judicial para enterrarlo y alquilaremos un nicho municipal por cinco años".

Sin embargo, Zamora no está dispuesto a soportar el coste de las 12 inhumaciones anteriores y, sobre todo, del largo tiempo que almacenó los 37 cadáveres rescatados. En total, lleva exigiendo desde el año pasado el pago de 418.588,28 euros a la Consejería andaluza de Justicia. La delegada de Justicia en Cádiz, Gemma Araújo Morales, le respondió así en un escrito fechado en junio de 2005: "No competen a la Consejería de Justicia los gastos que se reclaman, pues los mismos no son consecuencia directa de la Administración de Justicia. El segundo traslado de los cuerpos no se efectuó por razones puramente judiciales, esto es, para el esclarecimiento de las causas y circunstancias de las muertes o identificación de las víctimas o de los responsables de los hechos, sino que se acordó por razones humanitarias, para aproximar en la medida de lo posible los cadáveres a su país de procedencia y como paso previo a su ulterior repatriación".

Pero los traslados hasta el tanatorio de Los Barrios que gestiona Zamora sí fueron ordenados en octubre de 2003 por el Juzgado de Instrucción Número 2 de Rota, que también decretó hace dos años la inhumación de 12 cuerpos que no habían sido identificados. El 13 de octubre de 2004 fueron enterrados en un ritual presidido por un imán y tras una trifulca poco edificante entre administraciones públicas sobre quién debería pagar los entierros. Sólo a última hora, la Junta de Andalucía y el Gobierno anunciaron un acuerdo para costear la inhumación, que sigue sin ejecutarse. Un portavoz de la Consejería de Justicia aseguró ayer que los gastos serán abonados a la funeraria como acordaron las administraciones, mientras que otras fuentes de la Junta en el Campo de Gibraltar justifican el impago por el proceso judicial contra Hamid Echokhch, ayudante del patrón de la patera naufragada, que recurrió al Tribunal Supremo tras ser condenado a 40 años de cárcel. "Ante la posibilidad de que el Supremo condene al patrón al pago de los costes reclamados, aún no se ha hecho efectivo el pago", se excusaron.

Martín Zamora contrasta la diligencia de las autoridades de Marruecos, que pagaron 48.000 euros por las repatriaciones de 24 víctimas, con la morosidad de las españolas. "Si miras la hemeroteca puedes leer que todas decían que se hacía cargo de todo cuando pasó", reprocha en víspera del entierro de Ahmed, el último de los náufragos de Rota.

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