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La Generalitat se desentiende de la rentabilidad económica de la F-1

Economía asegura desconocer los posibles estudios de impacto

El Valencia Street Circuit durante la celebración de la competición.
El Valencia Street Circuit durante la celebración de la competición. TANIA CASTRO

Durante los últimos cinco años, el tiempo que lleva celebrándose en Valencia el Gran Premio de Europa, numerosos dirigentes políticos de la Generalitat y el Ayuntamiento han destacado la rentabilidad de la prueba de fórmula 1 para la ciudad. Han dado importes concretos del impacto económico al que había que sumar, añadían, el beneficio difícil de medir derivado de la publicidad para Valencia en todo el mundo. El problema es que la cuantificación de ese impacto directo ha variado enormemente. De los 70 millones que, según la entonces consejera de Turismo Angélica Such habría dejado la prueba en 2008 a los más modestos 25 millones al año que el presidente de la Generalitat Alberto Fabra afirmó hace poco en las Cortes.

Distintas versiones

25 millones al año. El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra afirmó hace poco en las Cortes que el impacto de la fórmula 1 en las cuatro primeras ediciones había ascendido a 100 millones de euros.

55 millones. El vicealcalde del Ayuntamiento de Valencia, Alfonso Grau, sostuvo en enero que el impacto directo del premio se elevaba a 55 millones al año sin contar el “impagable” beneficio en términos de marca para la ciudad.

40 millones. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, dijo al finalizar el premio de 2011 que el impacto había sido de 40 millones.

70 millones. La consejera de Turismo con Camps, Angélica Such, elevó el impacto a 70 millones en 2008.

El problema de credibilidad se agrava porque, un día después de saberse que el Ayuntamiento de Valencia no ha elaborado ningún estudio al respecto —lo reconoció en una respuesta al Síndic de Greuges—, el consejero de Economía, Máximo Buch, también se desentendió del asunto. “La verdad es que no lo conozco”, admitió este lunes el consejero al ser preguntado por el estudio.

“La fórmula 1 no depende de la Consejería de Economía, depende de la Consejería de Turismo. Y básicamente la información que tengo sobre los estudios es la que se ha publicado en prensa. No es algo que hayamos encargado nosotros ni que haya visto”, afirmó Buch. La siguiente pregunta para el consejero fue, más o menos, si el informe realmente existe. Buch respondió con cautela, pero no arrojó luz al respecto: “Estoy seguro de que si se ha mencionado por alguien que existe ese estudio, estará ese estudio. Pero no lo hemos hecho nosotros, la Consejería de Economía no se encarga de la fórmula 1 y por tanto no disponemos de información sobre el tema”.

El consejero remitió a la Consejería de Turismo, y este departamento recordó que durante las tres primeras ediciones se encargaron sendos estudios al Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE). Sus títulos pueden verse en la página web del IVIE, aunque a diferencia de otros análisis no se pueden consultar. Turismo le echó, sin embargo, un capote a Fabra al asegurar que del premio de 2011 existía un informe de “uso interno” relativo al impacto. Y ello habría permitido al presidente referirse al impacto global de las últimas cuatro ediciones: 25 millones por año. La Generalitat ha pagado cerca de 21 millones anualmente a Bernie Ecclestone por albergar la prueba, entre otros gastos.

La impresión que transmite el Consell es que ya nadie defiende en su seno el premio de fórmula 1, que el año que viene no se celebrará en la ciudad —podría ser sustituida por Nueva Jersey, en Estados Unidos— y está en el aire si volverá en 2014, cuando termina el contrato firmado en su día por el expresidente Francisco Camps.

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El gran impacto económico de la F-1 se debió al gasto de hacer el circuito

No así en el Ayuntamiento que, pese a haber reconocido que nunca elaboró ningún estudio, en concreto de la edición de 2011, que fue por la que le preguntó el Síndic de Greuges, ha ofrecido datos de supuestos beneficios mucho mayores de los que ha trasladado en esta legislatura la Generalitat.

Poco después de concluir la prueba de 2011, la alcaldesa Rita Barberá estimó el impacto económico en 40 millones de euros. Y ya en enero de este año su número dos, el vicealcalde Alfonso Grau, sostuvo que el impacto era de 55 millones de euros al año sin contar, agregó, el “impagable” beneficio de la publicidad. Fuentes del Consell, que ha tenido serias tiranteces con el Ayuntamiento sobre el mantenimiento del premio, ya que el Consistorio se ha opuesto incluso a la posibilidad de compartir el premio con Montmeló (Barcelona) para hacer frente a los gastos, reconocen en privado que no saben de dónde provienen las cifras que han venido dando los dirigentes municipales.

De lo que ha trascendido de los tres informes que sí hizo el IVIE —el Consell, sobre todo al principio, ofrecía solo algunas conclusiones de los mismos— es que el gran impacto económico lo produjo el primer año. Como ocurre con las grandes inversiones públicas —y la construcción del circuito lo fue— el instituto de investigación concluyó que el efecto multiplicador en la economía valenciana alcanzó los 122 millones de euros. Al desaparecer o moderarse mucho las labores de construcción, ese mismo efecto multiplicador cayó en las dos siguientes ediciones a cerca de una quinta parte en cada una de ellas. En 2011 el IVIE ya no estudió los beneficios, y este año tampoco lo hará.

La oposición acusa a Rita Barberá de vender humo e inventarse las cifras

Como casi todas las grandes inversiones, sin embargo, la construcción del circuito —más de 100 millones de euros—, que en su momento Camps aseguró que se financiaría con los beneficios del desarrollo urbanístico del distrito de El Grau, hoy empantanado, fueron a la deuda pública. Y también tuvo que ir a deuda el rescate en diciembre, por parte del Gobierno valenciano, de Valmor Sport, la empresa que organizaba el premio en Valencia. El Consell pagó un euro por la sociedad a cambio de quedarse con ella y su deuda de 35 millones de euros.

El portavoz socialista en las Cortes, Antonio Torres, lamentó este lunes que Barberá “se haya inventado” el teórico beneficio de la F-1 “con el objetivo de engañar y manipular a la gente”. Y el portavoz de Esquerra Unida en el Ayuntamiento de Valencia, Amadeu Sanchis, consideró que las cinco ediciones del Gran Premio de Europa han sido, en realidad, “humo y propaganda política”.

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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