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El 'sprint' de la centramina

José Manuel Fuente opina que tomar estimulantes era casi una obligación para la llamada generación maldita. Era también la forma de lograr una cierta justicia deportiva, aunque al final casi siempre acabaran ganando los mejores. Fuente tiene la valentía de contar casos concretos y curiosos.Por ejemplo, en una Volta a Cataluña. Era final de temporada y la última etapa. "Vamos a tomar una centramina para aguantar en el pelotón", le dijo a un compañero. "Y fui entrando tanto en materia que al final me vi en el sprint ygané la etapa. No pensaba hacerlo ni por lo más remoto. Y no di positivo. Pero lo curioso es que al año siguiente, en la Vuelta al País Vasco, me tocó pasar el control por sorteo y había tomado la misma centramina. Fui tranquilo sabiendo que en la Volta no había pasado nada y cuál no sería mi sorpresa cuando entonces sí di positivo con la misma sustancia".

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"Nos pinchábamos nosotros mismos"

Otro ejemplo muy claro para Fuente fue en la Vuelta a España de 1975. Así lo contó en su libro Cielo de dolor: "Todos los del equipo Kas sabíamos que algunos corredores del Super Ser hicieron la mayor parte de la Vuelta drogados. Pero en los controles nunca daban positivo y estuvimos a punto de retiramos. Para ayudar a ganar a Perurena hablé con Barrutia [el director] y le dije que bajo mi responsabilidad me iba a drogar para tratar de igualarme a los corredores que sabíamos que lo hacían con regularidad. Después de varias etapas llegaron a descubrirme, pero Barrutia se enteró y, estando hacia la mitad de la penúltima etapa, me avisó que aquel día tendría que pasar el control, incluso aunque me retirara. Sólo si sufría un accidente me libraría. Tenía pensado tirarme bajando Orduña, pero era demasiado arriesgado con los precipicios porque había mucha niebla. Ya a 100 metros de la meta y como no había visto. otra forma, abrí un poco la rueda delantera, tropecé adrede con Linares, que iba delante, y caí contra el bordillo. Fue una caída muy aparatosa, fingí una conmoción y me llevaron al hospital. Así me pude librar de dar positivo".

Linares, mucho más hermético que su compañero, se limitó a confirmar: "Sí, me pegó en la rueda de atrás".

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