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Aznar pedirá hoy a Chirac y Jospin más apoyo en la lucha contra ETA

El presidente intentará desbloquear el conflicto sobre las eléctricas

La cooperación antiterrorista con Francia es 'satisfactoria de un tiempo a esta parte y da resultados, pero la satisfacción nunca es completa', dijo ayer una fuente del Ejecutivo interesada en la preparación de la 14ª cumbre hispano-gala de hoy en Perpiñán. El presidente del Gobierno, José María Aznar, pedirá al presidente francés, Jacques Chirac, y a su homólogo, Lionel Jospin, que 'perfeccionen' los mecanismos policiales y judiciales de esa lucha. Aznar intentará desbloquear el conflicto con París sobre la industria eléctrica.

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La lucha antiterrorista se apunta como el tema central del encuentro, y prueba de ello es que junto a Aznar viajarán el vicepresidente primero y ministro de Interior, Mariano Rajoy, y el ministro de Justicia, Ángel Acebes. Los responsables de Exteriores, Josep Piqué; Defensa, Federico Trillo, y Fomento, Francisco Álvarez Cascos, completan el equipo que despachará temas sectoriales con sus respectivos colegas de Francia.

El diálogo tiene una base óptima, porque la serie de detenciones realizada en Francia ha sido espectacular: desde el supuesto jefe de la banda, Iñaki de Rentería, hasta su jefe militar, Francisco Javier García Gaztelu, y su máximo ideólogo, Vicente Goicoetxea, han ido cayendo sucesivamente en manos de la policía francesa. No obstante, España reiterará una vez más algunas viejas demandas: que Francia entregue a los sospechosos que no hayan terminado de cumplimentar los trámites de residencia; que se nombren más jueces de enlace, y que se dediquen más policías a controlar a los etarras.

Aznar concentrará, sin embargo, sus esfuerzos en asegurarse el respaldo de Chirac y Jospin para que iniciativas comunitarias como la definición europea del terrorismo, el mandato europeo de búsqueda y captura o la supresión práctica de los procedimientos de extradición en el ámbito de la UE sean aprobadas, como muy tarde, bajo la presidencia española de la Unión, en el primer semestre de 2002. Según el nuevo calendario urgente de los Quince, tras los atentados del pasado 11 de septiembre, algunas de estas medidas tendrían que estar listas para diciembre.

Sobre la mesa estarán también otras propuestas españolas orientadas a facilitar la cooperación judicial mientras se aprueba la legislación europea. Una es que los detenidos en cualquiera de los dos países puedan ser transferidos 'temporalmente' al otro para ser interrogados por delitos más graves.

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Las elecciones presidenciales en Francia previstas para la próxima primavera pueden pesar sobre la capacidad de los dirigentes galos para comprometerse en estos y otros temas. El Gobierno español teme, en concreto, que, por imperativo de sus campañas electorales, ni Chirac ni Jospin, que se enfrentarán por la primera magistratura, puedan decir nada muy claro sobre el proyecto de liberalizar la economía europea, que será el eje de la presidencia española. Lo mismo ocurre con el futuro de la Política Agrícola Común o de los fondos regionales de la UE, dos temas que interesan mucho a Francia y a España, y cuyas implicaciones para la ampliación habrán de ser negociadas bajo la presidencia española.

Aznar cree que podrá desbloquear el viejo contencioso sobre las limitaciones del tendido eléctrico transpirenaico, que reducen las posibilidades españolas de importar energía de Europa. La escasa disposición francesa a desarrollar ese transporte ha estado ligada recientemente al veto español a la entrada de la sociedad estatal Electricité de France (EdF) en Hidroeléctrica del Cantábrico. La Comisión Europea ha dictaminado recientemente que la pretensión gala es legítima, y ha requerido al mismo tiempo a París para que aumente las interconexiones eléctricas con España. Esa es la base sobre la que el presidente del Gobierno prevé desbloquear la cuestión, aunque la ausencia del ministro del ramo, Rodrigo Rato, indica que no se pretende avanzar mucho en una materia tan técnica.

Álvarez Cascos insistirá en que España quiere alguna autopista transpirenaica que complete un cuadro de comunicaciones muy volcado por Francia hacia el ferrocarril.

Satélite espía

Los Gobiernos español y francés podrían anunciar hoy en Perpignan la incorporación de España al satélite espía Helios 2. Este satélite de observación sustituirá al Helios 1, del que España forma parte con Francia e Italia. La participación española será algo menor que en el actual, entre el 2,5% y el 3%, y en principio no estará Italia ni tampoco Alemania, a la que se había invitado a entrar, aunque sí se espera la próxima incorporación de Bélgica. Al contrario que el Helios 1, el nuevo satélite estará dotado de sistemas infrarojos, lo que permitirá la observación 'todo tiempo' y no sólo de día y sin nubes. Defensa está muy satisfecha del rendimiento del Helios 1, pues su aprovechamiento operativo (el 7% de las imágines) es muy superior a la participación en el proyecto. Con esta decisión, se compensa la adjudicación a EE UU de los nuevos satélites de comunicaciones.

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