Los empresarios sólo traen al 30% de los inmigrantes previstos

Los empresarios sólo han traído este año a Madrid a 894 inmigrantes, un 30% de los 2.910 previstos, para ocupar puestos que no se cubren con mano de obra local. Estas cifras demuestran, según los sindicatos, "el fracaso" de este sistema de contratación de extranjeros en origen, conocido como contingente. En 2004, el Gobierno permitirá venir a Madrid a 2.015 ciudadanos de otros países para trabajar sobre todo en el comercio y la hostelería.

Fernando Crespo, responsable de Inmigración de UGT-Madrid, considera que el empresariado "no está realmente comprometido con el contingente". "Plantean una necesidad de mano de obra, pero luego, en realidad, muchos de esos puestos no se cubren con el contingente, sino con los 200.000 simpapeles que viven en la región o con esos 130.000 inmigrantes que, pese a tener permiso de residencia, no son dados de alta en la Seguridad Social", explica.

Crespo, al hablar de los problemas del contingente, no se refiere sólo al de este año, en el que, a finales de octubre, sólo se habían suscrito un 30% de los 2.910 contratos previstos. Tampoco en 2002 se alcanzaron los resultados previstos: se firmaron 1.400 contratos frente a los 2.285 proyectados.

"Nosotros no nos oponemos al contingente como sistema, pero no acabará de cuajar mientras no se den soluciones a la enorme bolsa de irregulares que hay en la región. Tiene poco sentido traer a más inmigrantes sin resolver la situación de los miles que viven aquí", apostilla. "No hablamos de una amnistía, sino de aplicar las normas existentes y que, por ejemplo, cuando la inspección laboral descubra una empresa que explota a los simpapeles no se conforme con multarle, sino que la obliguen a regularizar a esos empleados permitiéndole contratarles", concluye Crespo.

Pilar Morales, responsable de política social en CC OO-Madrid, considera que el contingente "es un fracaso". "No nos oponemos a este sistema, pero la realidad es que con él sólo se consigue traer en condiciones a 1.000 o 2.000 inmigrantes, mientras dejas en la estacada a los 350.000 simpapeles que viven y trabajan ya en nuestra región", añade.

"Los empresarios suscriben cada año menos contratos por este sistema porque resulta engorroso y porque tienen aquí ya a centenares de miles de inmigrantes irregulares dispuestos a trabajar", concluye Morales. Ésta asegura que la inspección laboral detecta cada año más casos de explotación laboral de extranjeros simpapeles en sectores como la construcción o el servicio doméstico

Este periódico intentó contactar ayer, sin conseguirlo, con responsables de CEIM-Confederación Empresarial de Madrid para conocer su versión sobre este asunto.

Ofertas laborales

La propuesta de contingente para Madrid se elabora cada año en la comisión provincial del Inem a partir de las ofertas laborales presentadas por los empresarios y de los informes de los sindicatos y los servicios de empleo del Gobierno regional. Normalmente suele salir adelante con los votos favorables de la Comunidad y la patronal y la abstención de los sindicatos CC OO y UGT. Al final es el Gobierno central quien tiene la última palabra. Este año la comisión provincial del Inem había solicitado poder realizar 3.269 contrataciones de inmigrantes en origen, aunque el Gobierno sólo le ha permitido 2.015 (la mayoría, 2.048, para puestos de trabajo estables, no de temporada). Así lo decidió la pasada semana el Consejo Superior de Política de Inmigración y ahora sólo falta que lo ratifique el Consejo de Ministros, algo que hará en breve. Esos contratos serán para la hostelería (765), el comercio (717), la industria del metal (316) y los servicios (250).

En este sistema de cupos o contingentes son las organizaciones empresariales las que acuden a buscar empleados a diferentes países para cubrir los puestos que no se llenan con trabajadores que viven ya en Madrid (tanto españoles como extranjeros regularizados). Una vez efectuada la selección, la empresa firma el contrato con el trabajador y éste viaja a España con un permiso laboral y de residencia.

Para el servicio doméstico se realiza una preselección en el país de origen, pero el contrato se suscribe en Madrid, ya que el empleador quiere conocer a la persona que va a cuidar de sus hijos o mayores.

Una cuarta parte de los 1.326 inmigrantes llegados el año pasado a Madrid a través del contingente eran colombianos. Les seguían, por número de contrataciones, los ecuatorianos, dominicanos, polacos y rumanos. La mayoría de estos trabajadores extranjeros encontraron empleo en grandes superficies comerciales, en bares y restaurantes, en las artes gráficas y en el servicio doméstico.

En Madrid hay 17.664 inmigrantes extracomunitarios que figuran como demandantes de empleo. Seis de cada diez son mujeres y el 60% tienen entre 30 y 50 años. De enero a octubre las empresas madrileñas contrataron a 158.289 extranjeros (el 60% varones) de países ajenos a la Unión Europea. El 71% de esos trabajadores eran latinoamericanos; el 16%, de países del Este; el 6%, africanos, y el 5,4%, asiáticos.