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Zapatero dice que "seguramente" no habría ayudado a morir a alguien en la situación de Sampedro

El presidente cree que algunas homilías de obispos no destilan simpatía hacia el Gobierno

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, confesó ayer que no habría ayudado a morir a alguien en la misma situación que la que padeció el tetrapléjico Ramón Sampedro, cuya vida y muerte es argumento de la última película de Alejandro Amenabar, Mar Adentro, y que ha reabierto en España el debate sobre la eutanasia. En declaraciones a la emisora Punto Radio, en el programa que dirige Concha García Campoy, Rodríguez Zapatero respondió con un "seguramente no" a la pregunta de si hubiera ayudado a morir a una persona en la situación del tetrapléjico gallego. "Tenemos, creo que por nuestros códigos de valores, una dificultad que está ahí, dentro de nosotros", dijo. También subrayó que, viendo la película, el personaje, a pesar de desear morir y de su circunstancia, transmite una vitalidad enorme, con una sensibilidad humana enorme". El presidente reiteró que el tema de la eutanasia no está en la agenda prioritaria del Ejecutivo.

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El presidente del Gobierno se mostró firme partidario de que España esté a la cabeza de aquellos países que estén dispuestos a abrir nuevas fronteras para la investigación en el ámbito de la biotecnología, "como hemos hecho con las células madre". "En términos históricos, si uno comprueba cuándo ha habido avances importantes en la ciencia, los resultados, dentro de un código, de unos principios éticos que hay que preservar, han sido positivos, y los países que han puesto freno, que han perdido el tiempo, que se han retrasado en llegar a las investigaciones, lo han pagado, en desarrollo, en progreso, en bienestar", argumentó.

Preguntado por las reacciones de la Iglesia católica española ante determinadas propuestas del Ejecutivo socialista, Zapatero reconoció que algunas homilías episcolapes, a alguna de las cuales ha tenido que asistir personalmente, "no destilan simpatía hacia el Gobierno y sus políticas", pero se reafirmó en que la diferenciación entre Estado e Iglesia ha constituido "el motor de las sociedades". Después de expresar su respeto al "orden moral" de cada confesión religiosa, recordó a los prelados que el orden de los valores en una sociedad democrática es el cívico, que expresan los ciudadanos a través del Parlamento.

Rodríguez Zapatero declaró también que ve "con gran preocupación" la programación que las cadenas de televisión están emitiendo en horario infantil, y anunció que el Gobierno quiere abrir un debate al respecto con todos los implicados. Por último, subrayó la necesidad de crear un Consejo Audiovisual -que el Ejecutivo se propone regular de forma inmediata- "con poderes que garanticen, no sólo la independencia, sino que velen por una buena programación, especialmente en los horarios infantiles".

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