"La mayor parte del premio es de Sampedro"
Javier Bardem (Las Palmas, 1969) se sentía anoche "alegre, pero sobre todo agradecido". "La mayor parte de este premio corresponde a Ramón Sampedro, lo digo con absoluta sinceridad", afirmó poco después de recoger, por segunda vez en cuatro años, la Copa Volpi de la Mostra de Venecia al mejor intérprete masculino. Bardem salía del teatro de la Fenice, donde se celebró la ceremonia, y acudía a la cena de gala que cerraba la Mostra. Le perseguían los reporteros, las cámaras y los organizadores y apenas tenía unos minutos para conversar.
Pregunta. ¿Siente lo mismo que al recibir el premio por su encarnación del poeta Reinaldo Arenas?
Respuesta. Siento algo parecido a la alegría, estoy alegre, pero me siento sobre todo agradecido. A todos los que han hecho posible una película importante, que ha llegado al público, y a todos los que la han apreciado. Es como cuando me dieron el anterior premio, pero no exactamente. No sabría decirle. En cualquier caso, es muy emocionante.
"Sabía que el trabajo había gustado, pero no tenía ninguna certeza de ser premiado"
"Otros actores, en el papel de Sampedro, habrían obtenido el mismo impacto"
P. No diga que no se esperaba el premio.
R. La ovación en la Mostra y la reacción de la prensa fueron muy, muy fuertes, muy emocionantes. Quedó claro que la forma en que Alejandro Amenábar había narrado la historia de Ramón Sampedro había gustado y había emocionado y, por tanto, era eficaz. Pero esto es un festival, y en los festivales no deciden el público, la prensa o los críticos, sino siete u ocho personas que componen un jurado. Los premios cinematográficos no suponen que seas mejor o peor actor, porque no son como los Juegos Olímpicos. Allí, el que corre los 100 metros en menos tiempo es el mejor, sin dudas. En los festivales hay otras consideraciones: las compensaciones a una u otra película, lo políticamente correcto, el peso específico del personaje, la impresión global dejada por una película... Sabía que mi trabajo había gustado, pero no tenía ninguna certeza, ninguna, de ser premiado. Estas cosas siempre sorprenden.
P. ¿Le toca a Ramón Sampedro algo de esta segunda Copa Volpi?
R. La mayor parte de este premio le corresponde a Ramón Sampedro, lo digo con absoluta sinceridad. El 95% del premio es suyo, y el otro 5% es suerte. La fortuna de un actor radica en encontrar personajes como el de Reinaldo Arenas, o el del propio Sampedro, de gran calado y con bastante conexión entre sí. Reinaldo y Ramón encarnan, cada uno a su modo, la búsqueda de la libertad.
P. Por interesantes que sean los personajes, el actor es usted.
R. El haber hecho más o menos bien el trabajo no supone que yo sea mejor actor que otros, ni mucho menos. Creo que otros actores, en el papel de Sampedro, habrían obtenido el mismo impacto. Todo esto es un privilegio enorme que no me define como actor, aunque sí ayude a definir mi carrera profesional.
P. ¿Ha mantenido últimamente contactos con la familia y los amigos de Sampedro?
R. De forma indirecta. Ayer (por anteayer) los familiares participaron en un programa de la SER, el de Gemma Nierga, para apoyar el filme y para desearnos suerte. Mar adentro es profundamente respetuosa con la figura de Ramón Sampedro, con su herencia, por decirlo así, y con toda su familia y su entorno.
P. ¿Ha visto otras películas participantes en la Mostra? ¿Le ha gustado especialmente el trabajo de algún otro actor?
R. Esto ha sido una locura y no he tenido tiempo de ver nada. Ojalá hubiera podido. Voy a toda prisa, como esta noche. Se me llevan otra vez...
