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LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO

La huella de un arrestado estaba en un libro en el piso volado en Leganés

Jorge A. Rodríguez

La huella de uno de los detenidos ayer, Mohamed Larbi Ben Sella, Abu Zubair, fue localizada en un libro de oraciones encontrado entre los escombros del piso de Leganés (Madrid) en el que el 3 de abril del año pasado se suicidaron siete de los presuntos autores materiales del 11-M. La impronta dactilar había sido archivada como "anónima", como otras varias, pero ayer la Policía Científica cotejó que la archivada era idéntica a la recién recogida de las manos de Abu Zubair.

El juez Juan del Olmo, que investiga el 11-M, acusa a Abu Zubair de "192 asesinatos terroristas en grado de consumación" y de integración en banda armada, mientras que a los otros cuatro detenidos en la misma operación les imputa integración o colaboración, pero no los asesinatos del 11-M.

Mohamed Larbi, nacido el 10 de junio de 1977 en Tánger, residía en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona). Su nombre ya había sido relacionado con el 11-M, pero también era uno de los buscados por la llamada Operación Nova, que supuso la desarticulación de un grupo que supuestamente pretendía perpetrar un atentado suicida contra la Audiencia Nacional.

Abu Zubair tenía amistad con Serhane Ben Abdelmajid, el Tunecino (muerto en el suicidio de Leganés), y ambos eran "los enlaces" con el grupo de Rabei Osman Al Sayed, Mohamed el Egipcio. Éste era "adoctrinado por los hermanos Mutaz y Muhannad Almallah", el primero preso en el Reino Unido y el segundo -afiliado en mayo de 2004 al PSOE y ya expulsado-, encarcelado en España. Abu Zubair, además, contó con la supuesta colaboración de Hassan el Amrani

La policía asegura que Abu Zubair era "el puente" entre el grupo de Mohamed el Egipcio y el de Mustafá Maimouni. Tras la detención de este último en Casablanca, Mohamed Larbi desapareció, aunque luego fue localizado de nuevo en Madrid. Los investigadores aseguran que en febrero de 2004 "volvió a desaparecer, desconociéndose, desde entonces, su paradero".

La policía considera que ahora estaba reclutando nuevos radicales para enviarlos a Irak. Primero los mandaba a Barcelona, desde donde se les organizaba un viaje a Siria. Allí contactaban con la red de Ansar el Islam, cuyos delegados en España fueron detenidos ayer. Hasta ahora, sólo se tenía constancia del caso de un islamista reclutado en España para combatir en Irak. Se trata de Aziz el Bakri, que era mecánico naval en Las Palmas y tenía permiso de residencia hasta 2004. Natural de Rabat, fue abatido a tiros en Ramadi, en abril de 2003.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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