El juez Del Olmo envía a prisión a cinco islamistas vinculados al 11-M
La comisión que investiga los atentados analiza las conclusiones
El juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, que investiga los atentados del 11-M, decretó ayer el ingreso en prisión incondicional de cinco de los 16 detenidos el pasado miércoles por su presunta relación con el terrorismo islamista. Los cinco están relacionados con la huida de Mohamed Afallah tras la explosión de piso de Leganés el 3 de abril de 2004, quien más tarde perpetró un ataque suicida contra las fuerzas aliadas en Irak.
El juez decretó el ingreso en prisión de Mohamed Larbi Ben Sellam por integración en organización terrorista islamista e inducción al suicidio; de Abdenneri Esabar por colaboración e inducción al suicidio terrorista; y de Mohamed el Idrissi, Hassan Amrani y Driss Belhadi por colaboración con organización terrorista islamista.
En el auto de prisión, Del Olmo explica que El Idrissi compró un teléfono siguiendo órdenes de Mohamed Larbi Ben Sellam para el padre de Afallah, de forma que éste pudiera despedirse de su familia antes de suicidarse en Irak. Tras esa actuación, que según las investigaciones le fue encomendada por Ben Sellam, El Idrissi tenía previsto seguir los mismos pasos que Afallah una vez que dejara arreglada su situación laboral y familiar en España.
La resolución se apoya en conversaciones telefónicas, seguimientos policiales y declaraciones de otros imputados para atribuir a Ben Sellam acciones para facilitar la huida de España a islamistas que quisieran ir a combatir a Irak, lo que haría en colaboración con el imputado Abdelilad Hriz, quien se halla en Turquía. El juzgado está a la espera de realizar una prueba de ADN para "ampliar su imputación".
La más directa implicación de todos los detenidos con los atentados del 11-M, según Del Olmo, la fija Ben Sellam, no sólo por sus relaciones y contactos previos con presuntos implicados, "sino por su comportamiento de huida de Madrid en el mes de marzo de 2004", y por haberse encontrado una huella suya entre los escombros del piso de Leganés donde se suicidaron siete de los presuntos terroristas del 11-M.
Comisión parlamentaria
Por otra parte, ayer por la tarde se reunió en el Congreso la comisión del 11-M para analizar las conclusiones de cada grupo parlamentario. En una rueda de prensa tras concluir la reunión, que se prolongó durante apenas una hora, el presidente de la comisión, Paulino Rivero, declaró que la posibilidad de acuerdo entre los grupos sobre las recomendaciones de seguridad y atención a las víctimas depende "más de voluntad política que de otra cosa". Rivero aseguró que "no hay diferencias profundas en esos dos ejes" y que la coincidencia de objetivos alcanza el 90%, después de constatar que existe "más disposición al diálogo".
El presidente de la comisión explicó que hasta las 9.30 de mañana, cuando se reúna la comisión a puerta abierta para debatir y votar el dictamen, los grupos mantendrán contactos bilaterales para buscar ese consenso.
Rivero se mostró partidario de dividir el dictamen en varios apartados para facilitar el acuerdo entre los grupos, una vez que las discrepancias respecto al diagnóstico político de lo ocurrido parecen insalvables. Los comisionados acordaron ayer que en la reunión de mañana cada uno disponga de dos turnos de 15 minutos, el primero para exponer sus planteamientos y el segundo para intentar acercar posiciones sobre cuestiones concretas.
Rivero señaló que en función de lo que ocurra mañana se articulará la votación, sea global o separada, y se acordará la fórmula para elevar el dictamen al pleno previsto para el día 30, con el que se dará término a la investigación parlamentaria.
