Juegos de mucho ingenio con lápiz pero sin papel

Nintendo DS está consiguiendo en Japón una cuota de mercado del 34,28%, por encima del 30,23% de PlayStation 2. La clave es el ingenio de sus juegos.

Lo tiene Pac-Pix, una revisión del clásico Pac-Man, más conocido como el comecocos, que ha sido transformado en un título totalmente interactivo y nuevo, gracias a la nueva consola portátil de Nintendo, que lleva dos pantallas, una normal y la otra táctil.

La diversión consiste en situarse en la pantalla táctil con el lápiz en ristre y dibujar el clásico comecocos. El garabato más o menos acertado cobrará vida y correrá detrás de los intemporales fantasmas. Aunque el dibujo que se realice no esté muy bien hecho, debe empezar siempre desde el mismo lugar y ser dibujado de un solo trazo, sin interrupciones. A veces el resultado no se parece demasiado a un comecocos pero, aunque algo renqueante, puede servir para pasar alguna fase.

Una vez dibujado el garabato con aspecto de comecocos, éste iniciará una loca carrera en una única dirección. Para que cambie de sentido se debe trazar en la pantalla una línea con el lápiz, con la que chocará y así variará su recorrido. Si la línea se traza de arriba abajo el dibujo girará hacia abajo; si se hace al contrario irá en la otra dirección. Desde el momento en que se dibuje el comecocos, las líneas se sucederán por la pantalla. Si no se hace así el dibujo pronto se perderá por uno de sus extremos.

No solamente se pueden pintar comecocos y líneas; también es importante aprender a dibujar flechas, con las que se alcanzarán fantasmas en la pantalla superior, o bombas con un trazo rápido, que serán muy útiles para destruir obstáculos e inmovilizar temporalmente enemigos.

A medida que se vayan completando los 12 niveles se ponen en práctica los diferentes dibujos. Inicialmente sólo hará falta saber dibujar comecocos, luego llegarán las flechas y las bombas. Si se obtienen buenas puntuaciones se consiguen tarjetas en las que se explican las características de personajes y objetos. Es un juego sencillo, dirigido a un público infantil, pero que tiene mucha sustancia y originalidad.