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Unos 400.000 jóvenes esperan la llegada del Papa a Colonia

La ciudad de Colonia, al lado del Rin, era ayer una auténtica fiesta, en espera del papa alemán Benedicto XVI, en su primer viaje al extranjero tras su elección, para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud de hoy. Unos 400.000 jóvenes peregrinos se encontraban ya en la región de Colonia alojados por doquier: en casas de familia, albergues juveniles, aparcamientos, subterráneos, tiendas de campaña y todos los lugares imaginables.

La plaza de la catedral de Colonia era ayer un mar de banderas: desde la de la comunidad autónoma de La Rioja a la chilena, o la de Palestina. De un lado a otro los jóvenes coreaban, con estilo futbolero, "Be-ne-detto", por el nombre del Papa. Otros respondían: "Papa-razzi", en alusión al nombre de Ratzinger que Benedicto XVI llevaba de civil.

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El Papa Benedicto XVI llega a Colonia para encontrarse con los jóvenes

El cambio del tiempo, tras unos días de lluvia y frío, convirtió a Colonia en lo que alguien definió como una especie de Woodstock cristiano, en referencia al masivo y legendario festival de música de los años sesenta. La diferencia es que Colonia, Bonn, Düsseldorf y los otros lugares donde se concentran estos jóvenes no huelen a marihuana, ni se constata la presencia de droga o consumo masivo de alcohol, aunque por su aspecto externo e indumentaria muchos de los jóvenes podrían encajar a la perfección en una manifestación contra la globalización.

La policía -unos 4.000 agentes se encargan del orden en Colonia- constata que los peregrinos se comportan bien e incluso respetan las señales de tráfico sin cruzar la calle cuando el semáforo está en rojo.

Acogida de los jóvenes

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Muchas familias han abierto sus casas a los jóvenes peregrinos que se amontonan en los cuartos de baño y a la hora del desayuno. Un grupo de letones que vive con una familia alemana en Düsseldorf se manifestaba encantado de haber podido conocer a una familia alemana por dentro.

Una empresa escandinava que fabrica muebles baratos ofreció sus aparcamientos para que duerman allí peregrinos. También puso a su disposición camas del modelo más sencillo, pero sin montar.No todo era armonía en Colonia. También se dio alguna nota de protesta. Un artista plástico se presentó ante la explanada de la catedral con una carroza similar a las que desfilan los días de Carnaval en Colonia. La carroza mostraba a un dinosaurio vestido de cardenal que perseguía una recua de ovejas.

El artista explicaba que con el dinosaurio quería mostrar la actitud retrógrada de la Iglesia católica y la sumisión ovejuna que exige de sus fieles. Un sacerdote, ante las cámaras de la televisión, daba rienda suelta a su indignación ante la provocación y se preguntaba: "¿Por qué no interviene la policía y se lo lleva?". Ésta registraba el lecho del Rin en busca de posibles explosivos. El Papa tiene previsto un recorrido en barco por el legendario río.

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