La solidaridad española tropieza con las tarifas aéreas
El entusiasmo del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, por la solidaridad internacional en la lucha contra el hambre y por la búsqueda de nuevos mecanismos de financiación del desarrollo tropezó ayer con los intereses turísticos españoles y, en concreto, con la iniciativa francesa de gravar con una tasa específica las tarifas aéreas.
Aunque previsto, el choque es importante, ya que la tasa en cuestión fue colocada ayer "en primer lugar" entre los proyectos de contribución solidaria elaborados por la Alianza contra el Hambre, que dirige el presidente de Brasil, Luiz Inázio Lula da Silva. El comunicado final de la reunión celebrada ayer en Nueva York por los socios de esta iniciativa, a la que Zapatero se sumó personalmente hace un año, dejó constancia expresa de que "Alemania, Brasil, Chile y Francia" apoyan la iniciativa, pero omite toda referencia a España, que la rechaza.
La diferencia en torno al tema plantea interrogantes sobre la posición de España en esta liga, ensalzada ayer mismo por el presidente Zapatero ante la cumbre de la ONU como "un motivo de orgullo", dada su labor de búsqueda de "mecanismos de financiación innovadores" para el desarrollo. El presidente Zapatero dijo esto antes de encontrarse con los líderes de los otros cuatro países interesados en la iniciativa.
El comunicado final de la reunión otorga gran importancia como fuente de financiación del desarrollo a las remesas de los emigrantes, un tema especialmente grato para el presidente español, que fue encargado hace un año por el grupo de presentar un informe sobre cómo abaratar la repatriación de ahorros de los trabajadores extranjeros, que están sujetos a todo tipo de comisiones.
Pero subsiste el hecho de que la alianza considera la tasa aérea como su proyecto más inmediato, sobre el que se propone celebrar una reunión el próximo febrero en Francia. Y queda también la paradoja de que España no se decide a apoyarlo, pese a las garantías anunciadas ayer de que el nuevo impuesto se introducirá de forma que no afecte al turismo.
En la rueda de prensa posterior a la reunión de la alianza, Zapatero señaló que los dos objetivos del grupo son: "Elevar la confianza general sobre los problemas del hambre y cumplir los Objetivos del Milenio". "España está en primera línea, porque va a tener en pocos años un incremento espectacular de la ayuda al desarrollo", añadió. Luego, habrá iniciativas que unos países aplicarán antes de otros.
