_
_
_
_
_
Reportaje:FÚTBOL | Fase de clasificación para el Mundial de Alemania 2006

Kezman clasifica a Serbia

El equipo de Petkovic vence a Bosnia y jugará su primer Mundial desde Francia 98

Con un gigante contra un enano. Serbia y Croacia, que hace diez años formaban parte del mismo país, afrontaron el partido decisivo, el que decidía cual de las dos se clasificaba para el Mundial de Alemania, desde ópticas diametralmente opuestas: Petkovic, el seleccionador serbio, contó de inicio con el delantero Zigic, que mide más de dos metros, y Sliskovic, el preparador bosnio, pensó en Barbarez - un medio que no llega al 1,90-, para pararle. No hicieron falta más de cinco minutos para que el entrenador bosnio supiera que se había equivocado: Zigic se colgó de sus dos metros para bajar un centro altísimo y Kezman aprovechó el cabezazo para marcar y acercar a Serbia hasta el Mundial.

Más información
Una goleada inútil

Desde entonces y hasta el final, todos los balones por alto fueron de los serbios, que acumularon una ristra de buenas oportunidades en los primeros minutos del partido. Primero Krstajic lanzó al palo. Luego Vukic se internó en el área y fue derribado por un defensa. Y Zigic, el gigante, siguió oscureciendo con su alargada sombra las posibilidades bosnias. No importó que Barbarez pasase al centro del campo, encargado de dirigir las operaciones de ataque de Bosnia y de conectar el centro del campo con Bolic, aislado en la delantera. Los serbios siguieron llegando a la portería bosnia, empujados por el ensordecedor griterío de los 55.000 espectadores que abarrotaron el Pequeño Maracaná de Belgrado entre cánticos, pitidos y bengalas rojas.

La grada, donde la policía tuvo que emplearse a fondo para acabar con varias peleas, subió los decibelios en la segunda parte. La situación lo requería: Bosnia reorganizó sus efectivos y empezó a probar a Jevric, el portero serbio, mientras acumulaba corners -hasta cuatro consecutivos lanzaron los bosnios- y méritos de cara al gol, que rondó la portería serbia con un tiro lejano.

Apretó Bosnia. Sufrió Serbia. Y Petkovic, su entrenador, sustituyó al creativo Vukic por Mladenovic, medio de la Real Sociedad, para darle mayor empaque a su medio campo, superado por el esfuerzo y las ganas de los bosnios en la segunda parte. Tanto tesón y sudor pusieron los jugadores de Sliskovic, tanto buscaron la victoria a través del desgaste, que Bolic, el delantero bosnio más peligroso, autor de tres goles en la última jornada de clasificación, tuvo que ser sustituido, visiblemente agotado, cuando la clasificación estaba aún en juego.

A esas alturas, Serbia ya había decidido rodear su portería de defensas, amarrar el resultado que la clasificaba para el Mundial y abusar de la falta táctica como mejor recurso para romper el ritmo del encuetro. Petkovic apostó por el juego tosco. Y Vidic, uno de sus centrales, su brazo en el campo, el encargado de dar ejemplo de contundencia en la defensa, fue expulsado.

Daba igual. Mateja Kezman, como casi siempre, había marcado. Nadie más podía liberar a su equipo del peso de la herencia dejada por Savicevic, Mijatovic o Mijahilovic, los últimos grandes jugadores serbios. Nadie más podía llevar a Serbia a su primer Mundial desde el celebrado en Francia en 1998: el delantero del Atlético ha marcado en los últimos tres partidos de clasificación, contra España, Lituania y Bosnia.

La policía intenta contener a varios aficionados con bengalas ayer, durante el Serbia-Bosnia.
La policía intenta contener a varios aficionados con bengalas ayer, durante el Serbia-Bosnia.AP

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_