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Fraga descalifica a Cuiña y niega que el PP gallego deba refundarse

El ex presidente considera que su partido tiene la autonomía "justa"

Xosé Hermida

Manuel Fraga rompió ayer de modo definitivo con el que fue su colaborador más estrecho en el Gobierno y en el PP gallegos, Xosé Cuiña, quien la víspera había anunciado su candidatura para sucederle en el liderazgo del partido. El ex presidente gallego descalificó a Cuiña, a quien trató de "personaje", y rechazó su proyecto de "refundar el PP en clave gallega". Fraga había prometido neutralidad en la sucesión, pero ya hace unos días insinuó que Cuiña podría abandonar el partido si no lograba hacerse con su liderazgo.

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"La sucesión de Fraga está muy animada", se permitió ironizar ayer el vicepresidente de la Xunta, el nacionalista Anxo Quintana. Como se preveía, la presentación de la candidatura de Cuiña, enfrentado a la dirección nacional del partido y, desde hace tiempo, también distanciado de Fraga, ha contribuido a caldear la confrontación, cuando todavía faltan tres meses y medio para el congreso extraordinario del PP gallego.

Fraga se despidió ayer de los miembros del comité ejecutivo del partido, cuyas reuniones, afirmó, no volverá a presidir. El fundador del PP, a punto de cumplir 83 años, había ofrecido en los últimos días señales de sentirse apesadumbrado por el modo en que se está gestionando su sucesión, con tres aspirantes (además de Cuiña, el ex consejero Enrique López Veiga y el líder de Lugo y ex vicepresidente Xosé Manuel Barreiro) que ya se han postulado y un cuarto que prepara su candidatura (el también ex vicepresidente Alberto Núñez Feijoo).

Según asistentes a la reunión, Fraga advirtió a los dirigentes populares de que el congreso del próximo enero se ha convocado para elegir un sucesor suyo y no para refundar el partido. Era un modo de afearle la conducta a Cuiña, presente en la reunión, quien la víspera había afirmado que la organización regional ha perdido autonomía y necesita una "refundación" a partir de postulados "galleguistas".

Sucesión generacional

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En su comparecencia ante la prensa, Fraga reiteró que lo único que precisa el PP gallego es una "sucesión generacional" y defendió que el partido dispone de la autonomía "justa" respecto de la dirección nacional.

A la pregunta de un periodista, el ex presidente de la Xunta se refirió a su antiguo delfín como "el personaje que usted acaba de mencionar" y le amonestó por unas declaraciones a este periódico, en las que, entre otras cosas, Cuiña afirmaba: "Quiero creer que Fraga será neutral".

Al ser interpelado por la promesa de Cuiña de que no abandonará el PP si pierde en la pugna por el liderazgo, Fraga replicó con ironía: "Me alegro muchísimo de que haya dicho eso, porque yo no dije ningún nombre". Y, para rematarlo, se permitió, por iniciativa propia, reprender la actitud de Cuiña con los medios de comunicación, a los que no permitió grabar sus palabras durante el encuentro con la prensa para anunciar su candidatura.

Pero al tiempo que era descalificado por el que fue su gran mentor, Cuiña recibió un apoyo con el que ya no contaba, el de Francisco Cacharro, presidente de la Diputación de Lugo. Cacharro expresó hace días lo que en apariencia era un respaldo explícito a Xosé Manuel Barreiro, líder del partido en su provincia, cuya candidatura consideró entonces la "más seria".

Pero el presidente de la Diputación matizó ayer que esas palabras no debían entenderse como un alineamiento con Barreiro y, a continuación, dedicó grandes elogios a Cuiña, sobre todo, por su defensa de la autonomía del PP gallego. "Ha definido muy bien cuál es su objetivo", dijo Cacharro, quien aboga por un PP que "se adapte a realidad de cada comunidad autónoma".

La elección de Fraga se decidirá por el voto secreto de 2.000 compromisarios elegidos en las asambleas que se celebrarán a finales de noviembre. Para oficializar una candidatura ante el congreso se necesitará la firma de al menos 400 compromisarios que no podrán avalar a más de un aspirante.

El ex presidente gallego Manuel Fraga.
El ex presidente gallego Manuel Fraga.EFE

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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