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IV CUMBRE DE LAS AMÉRICAS

Maradona y Chávez encabezan una gran protesta contra Bush

El líder venezolano asegura ante 40.000 personas que el ALCA "será enterrado"

Jorge Marirrodriga

"¡Alca, alca, al carajo!". Con estas palabras pronunciadas en el estadio de Mar del Plata, y con la bandera de Venezuela y un gran retrato del Che Guevara como telón de fondo, el presidente venezolano, Hugo Chávez, declaró ayer "enterrada" la iniciativa del Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA). Era el colofón de una marcha que reunió ayer a 40.000 personas, según los organizadores, para protestar contra el presidente estadounidense, George W. Bush. Por la tarde, grupos de piqueteros destruyeron 70 comercios y prendieron fuego a una sucursal bancaria.

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A pocos kilómetros de la tribuna donde Chávez daba por muerto el ALCA, el proyecto centraba las discusiones de los jefes de Estado de 34 países reunidos en la IV Cumbre de las Américas.

"Cada uno de nosotros ha traído una pala de enterrador, porque aquí, en Mar del Plata, está la tumba del ALCA", aseguró el líder venezolano poco antes de trasladarse hasta el hotel donde se celebraba la cumbre.

En su intervención, que se prolongó por espacio de dos horas y veinte minutos, Chávez habló igual del último libro de Noam Chomsky que del cambio climático o las posibilidades de vida en Marte. Dio vivas a Perón, a Evita, a Fidel Castro y a los indígenas de América, entre otros, y denunció que "el Pentágono está realizando planes militares para agredir a Venezuela".

Acompañaron a Chávez en el escenario el ex futbolista Diego Armando Maradona -quien tomó la palabra para pronunciar un escueto "echemos a Bush"- y el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón. Flanqueado por ellos, el venezolano insistió en su Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), vaticinó la derrota del capitalismo y el triunfo del socialismo, y llamó "bastardo, cipayo y entreguista" al ex presidente argentino Carlos Menem.

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El acto celebrado en el campo de fútbol marplatense, que fue una de las sedes del Mundial de 1978, fue la culminación de una multitudinaria manifestación contra el presidente estadounidense que había empezado horas antes.

A la misma hora en que el presidente argentino, Néstor Kirchner, se reunía con George W. Bush en un encuentro privado, dos de sus más fieles aliados, el diputado Luis D'Elía y Miguel Bonasso, encabezaban la marcha en la que se calificaba al mandatario estadounidense de "asesino" y "genocida". "Acá el único terrorista es Bush", destacaba D'Elía.

Al son de música y tambores, los retratos de Kirchner, Castro, Lula, Chávez y Tabaré Vázquez, símbolos indígenas, banderas de los países latinoamericanos y también de Irak y Palestina, eran portados por los manifestantes, que recorrieron una de las principales avenidas de Mar del Plata. A su paso, los comercios permanecieron cerrados con los escaparates protegidos por planchas de madera o metal.

Hoz y martillo

"La deuda no se paga porque tiran esa plata [dinero] en Irak", señalaban algunos manifestantes, que se guarecían de la lluvia, que apareció por momentos, envueltos en banderas rojas con la hoz y el martillo. A pocos metros de allí, se mezclaban miembros de organizaciones piqueteras con partidos y movimientos de izquierda y otros colectivos sociales. Los manifestantes enarbolaban pancartas con lemas como "Otra América es posible" y "No a Bush y al imperialismo".

A primera hora de la mañana había llegado a Mar del Plata el expreso del alba, un tren que había partido la noche anterior de Buenos Aires con cientos de personas que se dirigían a la ciudad costera para participar en las protestas. Entre ellos destacaban Maradona, el líder cocalero boliviano Evo Morales y el cineasta bosnio Emir Kusturica. "Venimos a repudiar políticas de hambre y miseria e intervencionistas", aseguró Morales, candidato a la presidencia de su país.

Cuando el tren llegó a su destino, cientos de personas se agolparon contra el vagón donde viajaba el ex futbolista, quien viendo que podía haber problemas de seguridad, decidió no participar en la marcha contra George Bush y prefirió acudir directamente al estadio para escuchar a Chávez. Antes de iniciar el viaje, Maradona fue tajante a la hora de emitir su opinión sobre el mandatario estadounidense: "Le arrancaría la cabeza", señaló.

Ya por la tarde, y justo en el momento en que Kirchner se dirigía a los demás presidentes americanos en la inauguración de la cumbre, decenas de piqueteros atacaron un sector del vallado de protección que protege la zona donde se celebra la reunión. Momentos después comenzaron a recorrer una céntrica avenida de Mar del Plata rompiendo los escaparates que encontraban a su paso y que estaban sin proteger. Los manifestantes asaltaron y prendieron fuego a una sucursal bancaria situada enfrente de una gasolinera. La policía tuvo que cargar para que los bomberos pudieran acudir a sofocar el fuego. También resultaron destrozados negocios de telefonía y tiendas de comestibles. La policía calculaba en 70 los comercidos atacados.

A media tarde (madrugada en España), los piqueteros habían incendiado barricadas en puntos cercanos al perímetro de seguridad. Al menos 60 personas habían sido detenidas. En Buenos Aires, una treintena de encapuchados atacó una oficina bancaria y destrozó varios escaparates.

Jóvenes radicales se enfrentan con la policía cerca de la zona de seguridad de Mar del Plata.
Jóvenes radicales se enfrentan con la policía cerca de la zona de seguridad de Mar del Plata.EFE
Miles de personas se manifiestan ayer en Mar del Plata contra el presidente de EE UU.
Miles de personas se manifiestan ayer en Mar del Plata contra el presidente de EE UU.REUTERS

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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