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EL DEBATE TERRITORIAL

Maragall agradece a Zapatero su "coraje" ante las reformas

Chaves exige que haya igualdad en el acceso a los servicios públicos fundamentales

Enric Company

Tras muchos años de reclamar un mayor y mejor reconocimiento de la España plural, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, mostró ayer su satisfacción por los avances registrados en esta materia durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, y elogió el "coraje político" del presidente del Gobierno. "Se lo quiero agradecer, explícitamente, en este marco. No yo: Cataluña", precisó. Tanto Maragall como el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, expresaron su apoyo a las reformas propuestas por Zapatero para un "nuevo impulso" autonómico.

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Para resumir los motivos de su satisfacción, Maragall recordó que en 18 meses el Gobierno ha dado un salto cualitativo "extraordinario" en el "diálogo y entendimiento entre los pueblos de España", de los que la celebración del propio debate en el Senado es una demostración. De forma, dijo, que "hoy, la España plural está más próxima, es más posible". Esto le llevó a afirmar, enfáticamente: "Hoy me siento más español y más catalán".

El presidente de la Generalitat, que habló en catalán durante dos tercios de su intervención, pasó de puntillas sobre los asuntos que han suscitado la controversia política en los últimos meses, entre ellos la reforma del Estatuto catalán y de la financiación de la Generalitat. Los englobó dentro de los cuatro puntos en que el presidente Zapatero había propuesto dar el "nuevo impulso" al desarrollo del modelo autonómico: el mejor deslinde y la mejor garantía de los ámbitos competenciales de las Administraciones; la mejora de la cooperación y coordinación entre las comunidades y el Estado, incluida la reforma del Senado; la participación de las comunidades en la Unión Europea (UE), y la reforma de la financiación autonómica.

Se comprometió a apoyar esas reformas, sin adentrarse en detalles, salvo para pedir más atención a la Administración Local. Tras reconocer que esas modificaciones, y la del Estatuto catalán, "no son fáciles" y pueden crear dificultades al Gobierno central, Maragall asumió "la responsabilidad" que le pudiera corresponder, si las explicaciones de lo que Cataluña propone "no han sido suficientes".

También Manuel Chaves, que fue el segundo presidente en intervenir, expresó su pleno apoyo al nuevo impulso autonómico "tras el parón de los ocho años anteriores". Destacó que el modelo autonómico es "dinámico" y que una de las claves de su éxito es su constante readaptación. Colocó las reformas de los Estatutos de Autonomía, incluido el catalán, entre los aspectos a asumir "con naturalidad", porque el sistema "ni está paralizado ni es una roca". Pero sólo se refirió al que su Gobierno promueve en Andalucía para definir sus objetivos generales: mejora de la calidad de la democracia, nuevos derechos de los ciudadanos, profundización del autogobierno, mejor articulación de la comunidad en el Estado y en la UE.

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Chaves se mostró de acuerdo en que la nueva etapa autonómica vaya acompañada de una reforma de la financiación. Esta reforma, afirmó, ha de ampliar la corresponsabilidad fiscal de las comunidades autónomas, pero debe contener también los "imprescindibles mecanismos de equilibrio y garantía" para que quede garantizado "el principio de igualdad en el acceso a los servicios públicos fundamentales".

A lo largo de su discurso, Chaves dosificó cuidadosamente el reconocimiento de la diversidad de "identidades" con la exigencia de cohesión. La reforma de la financiación, advirtió, "ha de acordarse entre todos". Lo que a todos afecta, precisó, "no puede ser decidido bilateralmente" y las necesidades de financiación "se han de tener en cuenta en términos de igualdad".

Pasqual Maragall (izquierda), Pío García Escudero, detrás, y Josep Piqué durante el debate en el Senado.
Pasqual Maragall (izquierda), Pío García Escudero, detrás, y Josep Piqué durante el debate en el Senado.BERNARDO PÉREZ

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