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EL DEBATE TERRITORIAL

Camps asegura que la reforma del Senado es cosa de PP y PSOE

Los líderes populares censuran el proyecto catalán y el "modelo federalista" de Zapatero

El presidente de la Comunidad Valenciana, el popular Francisco Camps, reprochó ayer a José Luis Rodríguez Zapatero que plantee la reforma del Senado a los representantes de las autonomías. Camps dijo que esta cuestión "corresponde a las dos grandes fuerzas políticas" y recriminó al presidente del Gobierno no haber planteado temas que sí preocupan a los españoles como la inmigración. Todos los presidentes del PP reivindicaron España, como nación.

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En un corto discurso de poco más de 15 minutos, Camps, uno de los principales dirigentes territoriales del PP, cuestionó el método utilizado por el presidente del Gobierno para proponer la reforma del Senado y del sistema de financiación autonómica y lamentó que no proponga soluciones a los problemas de los ciudadanos. "Me parece bien que diga que pretende reformar el Senado, pero esto les corresponde a las dos grandes fuerzas políticas", manifestó Camps, que añadió: "Los presidentes autonómicos daremos nuestra opinión, pero poco más". "No es el lugar de plantear esta cuestión", recalcó el presidente valenciano.

Camps, que sólo utilizó el valenciano en su primer minuto de exposición, se dirigió a Zapatero para cuestionar los temas elegidos por el presidente del Gobierno: "No sé si para usted los problemas [de las autonomías] son la reforma del Senado y no los que tiene la gente. El Senado ha funcionado y lo ha hecho bien. Tenemos otros retos que afrontar".

Los otros retos que debería afrontar el Gobierno socialista, en opinión de Camps, son los problemas derivados de la inmigración y sus repercusiones sobre la sanidad, la educación, la vivienda y las políticas activas de empleo. El presidente valenciano argumentó que "el Gobierno de España no nos ha dicho cómo solventar el incremento de gasto generado por la inmigración" y reprochó a Zapatero que en la última Conferencia de Presidentes autonómicos "no se acordó nada".

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Para Camps, que puso como ejemplo de reforma estatutaria la pactada en la Comunidad Valenciana, la mejora de financiación de la sanidad acordada en el Consejo de Política Fiscal y Financiera no resuelve la cuestión. "Planteamos una financiación acorde con el número de personas que reciben las prestaciones", sentenció Camps, quien también reprochó al presidente del Gobierno que no hubiese hablado de los problemas de la industria, ni de la falta de agua en la Comunidad Valenciana, Murcia y Almería. "Teníamos una solución pactada y consensuada, un plan solidario que paralizó un Gobierno socialista que no tiene alternativa", remachó. Una cuestión en la que no se extendió mucho porque el presidente de la Región de Murcia, el también popular Ramón Luis Valcárcel, se explayó a fondo.

Valcárcel manifestó que seguirá reivindicando el trasvase del Ebro. "Los murcianos necesitamos agua a corto, medio y largo plazo y no nos resignamos a esperar a que llueva". El presidente murciano reconoció que cree en la desalación, pero que no es "la solución definitiva". Pero si la falta de agua y las críticas al Gobierno socialista por su política hídrica centraron la mitad de un discurso de casi 40 minutos, la otra mitad fue para censurar a Rodríguez Zapatero su modelo de Estado y el calado de la reforma del Estatuto catalán.

Para Valcárcel, el presidente del Gobierno debería "abandonar fábulas federalistas y escuchar a esa España que quiere caminar unida". El presidente murciano insistió en que se opondrá a una reforma encubierta de la Constitución e interpeló a Rodríguez Zapatero sobre los criterios que defenderá en la reforma del sistema de financiación de las autonomías.

También los presidentes de La Rioja y Navarra utilizaron sus discursos para censurar, implícita o explícitamente, el Estatuto de Cataluña, que el presidente Zapatero haya "roto el pacto constitucional" y que pueda haber autonomías "de primera y de segunda".

Pedro Sanz, presidente de La Rioja, enfatizó que no permitirá "que haya comunidades de primera y de segunda". Sanz reclamó a Zapatero que se recupere "el pacto autonómico" y anunció que su autonomía quiere tener "el mismo techo competencial que cualquier otra comunidad autónoma, ni más ni menos". El presidente riojano avisó de que no aceptará ningún sistema de financiación autonómica que no sea pactado entre todos y rechazó que el Estatuto catalán recoja su propio sistema de financiación.

El presidente de Navarra, Miguel Sanz (de UPN, el partido hermano del PP en esa autonomía), pidió un acuerdo entre el PP y el PSOE en estos términos: "Cualquier esfuerzo que se haga entre las dos grandes fuerzas habrá merecido la pena. Cualquier decisión de dejar al margen a quien representa al 40% de la población será un error histórico". Sanz recordó que Navarra "siempre ha votado mayoritariamente por partidos constitucionalistas", el PSN o UPN, y anunció que si se pone en marcha una reforma constitucional, él pedirá un cambio: "Que se suprima la disposición transitoria cuarta de la Constitución", para que no quede ninguna posibilidad de tutela del País Vasco sobre Navarra.

Esperanza Aguirre (Madrid), entre Juan Vicente Herrera (Castilla y León, izquierda) y Jaume Matas (Baleares).
Esperanza Aguirre (Madrid), entre Juan Vicente Herrera (Castilla y León, izquierda) y Jaume Matas (Baleares).BERNARDO PÉREZ

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