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OFENSIVA TERRORISTA EN JORDANIA

La rama iraquí de Al Qaeda reivindica el triple atentado suicida de Ammán

Fuerte presencia militar en la capital jordana tras los ataques, que causaron 57 muertos

Al Qaeda en Irak despejó ayer las escasas dudas. En una página de Internet, la organización que dirige el jordano Abu Musab al Zarqaui reivindicó los atentados suicidas perpetrados el miércoles en tres hoteles de Ammán, en los que perecieron 57 personas de una decena de nacionalidades. El comunicado acusa al reino hachemí de amparar la "guerra contra el terror" que sostienen los "judíos y los cruzados en Irak y Palestina". La capital del país vivió ayer una jornada repleta de bocinazos y manifestaciones poco nutridas, acompañadas de una presencia militar y policial exuberante.

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No vivía Jordania una explosión de tamaña violencia desde los acontecimientos de Septiembre Negro, que en 1970 enfrentó al Ejército con los grupos armados palestinos que desafiaron abiertamente la legitimidad del rey Husein. Las fronteras terrestres permanecieron clausuradas hasta poco antes de las 10 de la mañana de ayer (una hora menos en la España peninsular), 12 horas después de la oleada de atentados. En los 100 kilómetros de trayecto entre el paso limítrofe israelí del río Jordán y la capital del reino, el masivo despliegue de uniformados era el habitual en este país de cinco millones de habitantes. Pero ayer, agentes y soldados se esmeraban en el registro de vehículos y maletas.

Los hoteles del distrito diplomático y financiero, en el que radican los establecimientos atacados -Radisson, el escenario de la peor masacre, Hyatt y Days Inn, los tres de capital estadounidense-, estaban ayer resguardados por militares fuertemente pertrechados. Y era necesario atravesar detectores de metales para entrar en las recepciones de los principales hoteles de la capital.

"Estos hoteles han sido elegidos porque se habían convertido en el lugar favorito para los servicios de espionaje estadounidenses, israelíes y de otros Gobiernos europeos para llevar a cabo sus invisibles ataques, que ellos denominan la guerra contra el terror", señala el comunicado, en el que Al Qaeda arremete contra todo lo que se mueve. "Agentes de Egipto, de la Autoridad Palestina, Arabia Saudí y Jordania también operaban en esos lugares contra los guerreros sagrados en Palestina y en Irak. Los hoteles servían también como paraíso seguro para el infiel Gobierno iraquí, después de que nuestro fuego haya quemado la zona verde [sede del Gobierno de Bagdad]", prosigue la nota de reivindicación, que califica al rey Abdalá de "tirano que debe esperar lo peor por su protección a los judíos y a los cruzados".

Treinta y tres jordanos, seis iraquíes, dos chinos, dos ciudadanos de Bahrein, un saudí, un sirio, un indonesio y un estadounidense, que engrosan la lista de personas asesinadas, ya no pueden esperar nada. Entre los fallecidos se halla Yihad Fatuh, hermano del presidente del Parlamento palestino, y dos altos funcionarios más de la Autoridad Palestina.

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En las calles, la inmensa mayoría de la población aguardaba temerosa desde hace tiempo lo que acabó acaeciendo el miércoles. Los manifestantes, la mayoría a bordo de coches empapelados con retratos del monarca y enseñas jordanas, se esparcieron en torno a los hoteles atacados clamando contra Al Zarqaui, al que tachaban de "villano y traidor".

Sospechosos detenidos

"Ha llegado el momento para que nuestras comunidades abandonen la cultura que justifica el asesinato de personas inocentes. Ni la ocupación israelí [de los territorios palestinos] ni la estadounidense pueden legitimar el asesinato de inocentes. Estamos determinados a luchar por todos los medios contra quienes respalden estas operaciones", aseguró el viceprimer ministro jordano, Maruan Muasher.

Las autoridades anunciaron, sin especificar, la detención de varios sospechosos, y afirmaron que entre los 13 cuerpos que quedan por identificar pueden hallarse los restos de los tres suicidas. Ni entre los heridos ni entre las víctimas mortales se encuentra ningún ciudadano español, según confirmó el embajador en Ammán, Antonio López.

Entre el alud de condenas es de reseñar la de los Hermanos Musulmanes de Egipto, organización fundamentalista que lamentó el atentado, aunque no sin precisar: "Enfatizamos que estos actos criminales apuntan a la estabilidad y la seguridad en la región y sirven a los intereses estadounidenses y sionistas".

La reina Rania de Jordania, durante su visita a un hospital, seca las lágrimas de una mujer herida.
La reina Rania de Jordania, durante su visita a un hospital, seca las lágrimas de una mujer herida.EFE

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