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FÚTBOL | Repesca para la Copa del Mundo de Alemania 2006

"Contra 14 no se puede ganar"

Expulsado a los 20 minutos, Dusan Galis, el entrenador eslovaco, carga contra el árbitro y da la eliminatoria por perdida

A los 10 minutos, Eslovaquia, un equipo plagado de defensas y centrocampistas, perdía. Dusan Galis, su seleccionador, se retorcía en el banquillo. Contaba, según confesión propia, con perder por un gol para remontar la eliminatoria en Bratislava, pero no con que su equipo ya llevase dos goles en contra a los 20: Luis García marcó el segundo y Galis, con la cara desencajada, se lanzó a por el asistente de línea recriminándole un posible fuera de juego. Sus aspavientos no duraron más de 10 segundos. Mássimo de Santis, un funcionario de prisiones italiano que los fines de semana oficia de árbitro, le expulsó sin pensárselo. Galis acabó indignado. "No les reprocho nada a los jugadores, pero los colegiados no estuvieron correctos", dijo luego; "me expulsaron sólo por protestar. Siento tener que decirlo, pero somos un país pequeño con un fútbol pequeño que jugaba contra un gran país con un gran fútbol. No necesitaban la ayuda del árbitro: 11 contra 14 no pueden ganar".

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A Galis se le acumulan los problemas para el partido de vuelta. Had se lo perderá porque acabó expulsado. Demasiado para un equipo que tiene que remontar cuatro goles. "No sé qué ocurriría si los españoles no jugaran el Mundial, pero parece que sería una catástrofe. Ya no tenemos ninguna opción, pero puedo prometer que le pondremos las cosas difíciles a España. Hay cosas que han pasado que mis jugadores no van a poder olvidar", argumentó Galis, muy enfadado con el árbitro. "En este partido han ocurrido cosas que me han confundido y defraudado. Es una desilusión ver este arbitraje en un país grande como España. Algunas decisiones del árbitro han sido increíbles. Además, ha habido un penalti a nuestro favor que no ha pitado", continuó. "Lo que ha ocurrido en el primer tiempo, como ese primer gol tras un córner que no era, no lo he visto nunca", sentenció.

Galis siguió dando órdenes por teléfono tras su expulsión, metido en el vestuario y carcomido por la rabia. Se vio al descanso: todos los suplentes españoles, cubiertos por un chándal de la selección, peloteaban en el campo. Los eslovacos, no. Ellos, el equipo defensivo que había jugado con tanta alegría y tan mal resultado en la primera parte, escuchaban como un solo hombre la charla de Galis. Pronto se vieron los resultados: Hlinka se ganó una tarjeta amarilla nada más empezar la segunda parte por propinar una patada a Xavi, que hasta entonces había campado por el césped a sus anchas. Al minuto, los eslovacos, que habían salido a morder, cogieron un balón regalado por Luis García y Vittek marcó. "Estoy contento con mis jugadores", dijo Galis; "les felicito a ellos y a España, pero si al Mundial van los mejores jugadores y entrenadores, también lo deberían hacer los mejores árbitros".

Los aficionados eslovacos celebraron el gol de su equipo encendiendo varias bengalas rojas que inundaron el campo de humo. La neblina no duró mucho: España ganó 5-1. Para decepción de Galis: "Ha sido mejor que nosotros, pero no esperaba que ganara de esta manera".

Dusan Galis, airado, en el momento de ser expulsado.
Dusan Galis, airado, en el momento de ser expulsado.LUIS MAGÁN

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