_
_
_
_
_
Reportaje:

La soledad como bandera

El PP basa su estrategia en creer que el deterioro de Zapatero seguirá si no se retira el Estatuto

"La situación actual es como la del cura de Arévalo", bromea un diputado del PP. "Un día de exaltación del Sagrado Corazón, en los primeros años del franquismo, no levantó el brazo ni gritó 'Arriba España'. El preboste de turno se lo afeó y el cura replicó: 'Que la levante el que la haya tirado, que yo no he sido'. Pues lo mismo pasa ahora, que levante el Estatuto el que lo tiró a Madrid. Sin ninguna necesidad, además, pues Maragall ya había conseguido lo mejor para un nacionalista: que embarrancara en Cataluña y tener alimento para el victimismo durante años. Pero su jefe [José Luis Rodríguez Zapatero] se empeñó en pactar con [Artur] Mas para traer al Congreso un Estatuto de máximos, con financiación especial, relación bilateral con el Estado, ruptura del mercado... Un Estado confederal con Cataluña de socio privilegiado. Que lo levante el que lo haya tirado".

Más información
El PP convoca una concentración en Madrid en contra del Estatuto catalán

La anécdota resume una posición casi unánime en el PP: sitúan el proyecto catalán como "motor imparable" del deterioro del Gobierno y del cambio de las perspectivas electorales del PSOE y del PP. Mantienen que la responsabilidad es sólo de Zapatero. Y opinan que la pérdida de confianza de la ciudadanía en el presidente "se acentuará cuanta más gente sea consciente" del alcance de ese proyecto.

De ahí que un objetivo clave del PP de Mariano Rajoy es que cada día haya más gente que conozca en qué le afecta el Estatuto y por qué es rotundamente inconstitucional. Van a editar un millón de trípticos con resúmenes del texto, harán centenares de actos por toda España para pedir que "todas las reformas de Estatutos cuenten con el consenso mínimo de los dos grandes partidos" y se "ajusten escrupulosamente a la Constitución".

Las movilizaciones arrancaron ayer con un mitin que parecía de plena campaña electoral en Sevilla; seguirán el sábado día 3 con una concentración en Madrid "en defensa de la Constitución", y continuarán por toda España. Al menos, mientras el Gobierno mantenga "sus reuniones secretas con sus socios para maquillar el Estatuto".

En el PP no descartan que "Zapatero pueda pactar con sus socios la retirada" del proyecto.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

"La demostración de que es posible la marcha atrás la vimos en el debate del Estado de las Autonomías en el Senado", aseguran en la dirección del PP. "Después de dos días defendiendo la reforma del Senado, el señor presidente hizo un mohín y dijo: 'Pues si no quieren, no la hago'. De la misma forma puede decir mañana: 'Si no les gusta el Estatuto, no lo hago'. Él es imprevisible". Con esta versión, a Rajoy le quedaría esperar, pedir cada día la retirada del Estatuto y felicitarse si tal cosa ocurre pues habría sido "gracias a la presión del PP".

En todo caso, una corriente mayoritaria en la cúpula del PP ve "imposible la marcha atrás, porque Zapatero cree en el Pacto del Tinell", es decir, "en aliarse con quien sea para acabar con el PP". Y ésta es la visión oficial al más alto nivel del partido.

Si ese pacto de exclusión del PP fuera eficaz, además, el PP necesitaría mayoría absoluta para volver al Gobierno pues hoy no parece tener ningún socio probable con quien gobernar. Artur Mas ha dicho que pasará "una generación" antes de que CiU vuelva a respaldar al PP. Rajoy ha contestado que lo entiende, "o 176 escaños o a la oposición", y que pedirá a los españoles el respaldo necesario para pasar "de la soledad a una mayoría suficiente". De momento, va a hacer bandera de esa soledad parlamentaria y se lanza a la calle a buscar el respaldo que perdió el 14-M.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_