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Homenaje a los últimos de Filipinas

La ciudad de Baler recibió ayer al ministro de Defensa, José Bono, que llegó para rendir homenaje a los 33 soldados españoles que hace más de un siglo resistieron un largo sitio, así como para agradecer la generosidad de los filipinos vencedores. "Es la primera vez que un ministro de Defensa español viene a Filipinas y mi primera palabra es perdón, perdón por el retraso. Desde hace 107 años estaba prevista esta visita para dar las gracias por vuestra generosidad con los héroes de Baler", dijo Bono en el acto de homenaje.

"En Baler se dan dos hechos sin parangón en la historia: el ansia por sobrevivir de los soldados, que aguantaron 337 días y sus noches en condiciones extremas, sin esperanza alguna, y la magnanimidad de Baler y sus héroes", agregó el ministro.

La jornada de homenaje comenzó en el mismo helipuerto de Baler (200 kilómetros al noreste de Manila), donde Bono fue recibido por cientos de escolares con banderitas españolas y los principales responsables municipales y provinciales encabezados, por el senador Edgardo Angara, el padre del Día de la Amistad Hispano-Filipina. Tras acudir al Museo de Baler, donde se descubrió una placa conmemorativa de la visita, los responsables locales abrieron el acto de homenaje, que calificaron de acontecimiento histórico, y resaltaron que los españoles esta vez no habían venido "para conquistarnos".

"He hablado de sitiadores y sitiados porque en Baler no hay vencedores ni vencidos, sólo memorias compartidas", dijo Bono, quien resaltó la presencia en el acto de un descendiente de sitiador, el senador Angara, y del bisnieto del cabo García Quijano, uno de los sitiados, el realizador Jesús Valbuena.

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