Rendidos ante la estrella

Primero fueron los aplausos y después llegó la lluvia de elogios sobre la alfombra roja del pequeño teatro de los Campos Elíseos, donde los ex jugadores invitados a la gala del Balón de Oro se rindieron a Ronaldinho. Antes de la cena y ante decenas de cámaras de televisión y micrófonos que se apelotonaron en un pequeño pasillo, varios ex futbolistas que se adjudicaron el trofeo en su día se deshicieron en alabanzas hacia el brasileño del Barça. Michel Platini, que recibió el galardón en tres ocasiones -desde 1983 a 1985- no perdió la ocasión para proclamar: "Espero que Ronaldinho gane tres Balones de Oro pero no cuatro". El francés teme, medio en serio, medio en broma, que el brasileño supere la tripleta más premiada desde que se inauguró el trofeo: el propio Platini y los holandeses Johan Cruyff y Marco Van Basten.

Sir Bobby Charlton: "Ronaldinho es el mejor jugador y el más espectacular"

Cruyff: "Está en el lugar y en el momento justos, y si sigue en este Barça marcará una época"

Sir Bobby Charlton, vencedor en 1966, fue tan lacónico como definitivo: "Ronaldinho es el mejor jugador y el más espectacular". Y Jean Pierre Papin, que se adjudicó el galardón hace 14 años, añadió: "Es una delicia verle jugar. Es un genio. Es sin duda el mejor del mundo en estos momentos". Andrei Shevchenko, delantero del Milan, triunfó el año pasado por delante de Deco y Ronaldinho. Esta temporada las cosas no le han ido tan bien al pasar de la primera a la quinta posición, pero afirmó: "Me alegra que sea mi sucesor. Ronaldinho juega de forma espectacular y lo hace siempre riendo".

Platini, Sir Bobby Charlton, Shevchenko...y muchos más. Toda la retahíla de epítetos a Ronaldinho vino a certificar el triunfo del Barça por su decidida apuesta por el fútbol ofensivo encarnado en Ronaldinho, a quien el domingo la televisión francesa dedicó un amplio reportaje en el que aparecían los Barça Toons. Los representantes del club azulgrana, sin embargo, prefirieron mantenerse ayer en un prudente segundo plano y no robar protagonismo al brasileño. Joan Laporta, el presidente del Barça, al que se le vio feliz sentado en su butaca del teatro, se mantuvo en su línea de no hacer declaraciones. Y alguien, desde Barcelona, debió de sentirse en una nube: Frank Rijkaard, el técnico, el arquitecto del equipo, que optó por quedarse en casa para no hacer la más mínima sombra a Ronaldinho, a quien le dirigió el domingo, después del partido ante el Racing, lo mejor que se le puede decir a un futbolista: "Hace cosas que provocan que la gente vaya al campo". Txiki Begiristain, director deportivo del club, fue quien tomó la palabra: "Todos aplauden nuestro juego y es un orgullo para los barcelonistas. Ronaldinho aterrizó en el mejor club del mundo para ganar el Balón de Oro. Está haciendo grande al Barça y él se está haciendo más grande de lo que era". Quien habló también fue Johan Cruyff, que cerró la ceremonia hablando en inglés ante la presencia del brasileño. "Estoy muy contento por él y lo que representa para el Barça. Rijkaard ha hecho un equipo para que pueda brillar. Ronaldinho tiene la suerte de estar en un conjunto en el que todos se complementan. Está en el lugar y en el momento justos y si sigue en este Barça puede marcar una época". Y añadió una pequeña crítica al Madrid, que ayer tuvo un momento destacado en la ceremonia por los cuatro Balones de Oro conseguidos (Kopa, Di Stéfano, Figo y Zidane). "No creo que Ronaldinho brillara tanto en el Madrid. Siempre he dicho que 11 jugadores por sí solos no hacen un equipo". Y eufórico, Hristo Stoichkov, uno de los cuatro azulgrana que han ganado el trofeo, junto con el propio Cruyff, Rivaldo y Ronaldinho, dedicó un elogio a Eto'o. "Para ganar títulos se necesita una dupla como la que formábamos Romario y yo", proclamó antes de entrar en la cena amenizada por unos momentos con música de samba en homenaje a Ronaldinho.