_
_
_
_
_

La lucha contra el paro será la prioridad del Gobierno alemán

La canciller alemana, la democristiana Angela Merkel, pronunció ayer en el Parlamento federal (Bundestag) su primera declaración de Gobierno, llena de guiños al socio de coalición socialdemócrata (SPD) y con referencias veladas a Willy Brandt y expresas al anterior canciller, Gerhard Schröder. Merkel mencionó la reducción del paro como la piedra de toque para medir el éxito o fracaso del Gobierno de gran coalición CDU / CSU-SPD.

Merkel se presentó ayer ante el Bundestag con un discurso socialdemócrata. Las referencias a políticos del pasado en la hora y media de intervención de Merkel no fueron las obligadas en todo democristiano que se precie: el fundador del partido y de la moderna Alemania, Konrad Adenauer, ni tampoco a su mentor, el canciller Helmut Kohl.

Más información
La UE exige a Washington que aclare los vuelos y cárceles secretas de la CIA

Merkel citó al "vicecanciller de la primera gran coalición", que lanzó el lema: "Vamos a intentar más democracia". Se refería a Brandt, el fallecido líder del moderno SPD. En una imitación de aquel eslogan de Brandt, Merkel lanzó como consigna de su Gobierno: "Vamos a intentar más libertad".

La siguiente mención de Merkel fue para agradecer, "de forma personal" y "más allá de las diferencias de los últimos años", a Schröder, que "con la Agenda 2010, de forma valiente y decidida, abrió una puerta para adaptar a los nuevos tiempos nuestros sistemas sociales".

En todo su discurso Merkel se mantuvo fiel al programa de Gobierno de la gran coalición y conjuró el espíritu de los años de la posguerra. Tras recordar que en Alemania "se construyó el primer auto, se inventó el ordenador y se desarrolló la aspirina", Merkel preguntó: "¿Por qué lo que se logró entonces, en los primeros años fundacionales de nuestro país, no se va a conseguir hoy en nuestro tiempo, en los años de la segunda fundación?".

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Entre los primeros

Como objetivo de su Gobierno fijó Merkel: "Queremos sentar las bases para que en 10 años Alemania esté de nuevo entre los tres primeros países de Europa". Poner el federalismo en orden, el mercado laboral en forma, llevar las escuelas y universidades a la cumbre, dominar el endeudamiento y sanear los seguros de enfermedad, jubilación y dependencia es lo que Merkel señaló como huesos duros de roer que esperan a la gran coalición.

En política internacional, Merkel destacó la importancia de las relaciones con Europa y Estados Unidos y también el significado estratégico de la que se mantiene con Rusia. Advirtió que la importancia de las relaciones comerciales no hará callar ante los atentados contra los derechos humanos, y expresó su confianza en un "compromiso razonable" para la financiación de la UE, pero dejó claro: "El nuevo Gobierno federal defenderá por doquier con énfasis los intereses alemanes. A la vista de nuestra situación presupuestaria, no será posible una exigencia financiera excesiva".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_