Un crecimiento planificado hace tiempo en zonas de encinar

La estrategia de pueblos como El Espinar es modificar puntualmente las normas subsidiarias para recalificar como urbanizable suelo que no lo es, según las asociaciones ecologistas. En El Espinar hay un caso que ha terminado en los tribunales. El sector El Castillo, declarado ZEPA, LIC y Área Crítica del Águila Imperial, fue recalificado de, suelo no urbanizable de Protección de Bosque, a suelo Apto para Urbanizar.

En El Castillo se planea la construcción de la urbanización Paraje del Cabezuelo, cuyos promotores habían encomendado desde el principio la promoción y venta de parcelas a la inmobiliaria espinariega Miragar-1, propiedad de la mujer del ex alcalde de El Espinar Juan José Sanz (PP). Fue durante el mandato de Sanz cuando se recalificó esta zona y se inició la tramitación administrativa del proyecto de urbanización.

El actual alcalde, Juan Martín Montejo (PP), ha seguido la misma política urbanística. En el caso de El Castillo, según los ecologistas, ha permitido que se iniciaran en febrero ilegalmente las obras de la urbanización, aunque el Tribunal Supremo había dictado ya en 2002 la suspensión cautelar de la recalificación urbanística citada y por tanto impedía preventivamente cualquier actuación al respecto.

Una reciente sentencia del Tribunal Supremo ha vuelto a dar la razón a la Asociación Ecologista Centaurea, que denunció estos hechos. "Los promotores iniciaron las obras sin licencia municipal y yo decreté enseguida la paralización de las obras. Pero el juzgado de Segovia me ordenó que levantara esa paralización", señala Martín Montejo. Para el regidor, los ecologistas interpretan la sentencia del Supremo "a su manera". "La sentencia no dice nada en contra del Ayuntamiento de El Espinar. La aprobación del terreno como urbanizable ha tenido el visto bueno tanto del consistorio como de la Junta de Castilla y León", sostiene el alcalde.

El Espinar y Vegas de Matute (PP) albergan en su territorio parte de la urbanización Los Ángeles de San Rafael, propiedad de la familia Gil. La Junta de Castilla y León ha emitido un informe favorable a dos nuevas fases. Se van a edificar unas 5.000 viviendas sobre una superficie de 3.444.256 metros cuadrados, sumando las dos fases, de encinares de gran importancia para el águila imperial. Se trata de nuevos desarrollos de terreno calificado como urbanizable desde hace décadas, de gran importancia ambiental aunque infravalorada por la Junta de Castilla y León, según denuncian los grupos ecologistas de la zona.

En Otero de Herreros (PSOE), la estrategia pasa por hacer una normas subsidiarias que recalifican cientos de hectáreas en zonas protegidas por la Red Natura 2000, ZEPA y LIC para hacer miles de viviendas, según los ecologistas. Es decir, primero se declara urbanizable el terreno para atraer promotores y luego hacen con ellos los convenios, por eso aún es difícil establecer cifras concretas definitivas de número de habitantes y de viviendas previstas, según Carlos Bravo, presidente de Centaurea.

Valdeprados (PSOE, 80 habitantes) es un ejemplo claro de desarrollismo. Se propuso la urbanización de 10.000 viviendas y dos campos de golf, pero finalmente se desestimó. En Valdeprados ha surgido ahora otro proyecto de 1.000 viviendas y un campo de golf. Esta zona es de alto valor ecológico.

Palazuelos de Eresma (IU), población de 3.000 habitantes situada a seis kilómetros de Segovia, albergará 1.400 nuevas viviendas y hay previsiones para edificar otras 6.000.

Segovia capital tampoco se escapa del boom urbanístico a la espera del AVE para 2007. Un nuevo Plan de Ordenación Urbana baraja construir más de 15.000 viviendas en los próximos años, que se sumarán a otras 6.500 ya aprobadas.