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Los tres puntos fundamentales en discusión

Andreu Missé

El debate sobre las Perspectivas Financieras 2007-2013 (el marco de los presupuestos comunitarios) que estos días debaten en numerosas reuniones bilaterales los líderes de los Veinticinco y que deberán aprobarse en la próxima cumbre, se centra en tres cuestiones fundamentales, que se mantienen relacionadas entre sí: la cuantía del cheque británico, el plazo de su aplicación y la entrada en vigor de una posible reforma de la Política Agrícola Común (PAC).

- La cuantía del 'cheque'. El Reino Unido ha ofrecido rebajar su cheque (la compensación que recibe desde 1984 de los otros Estados por no obtener ayudas agrícolas) en 8.000 millones de euros. De los 50.000 millones que obtendría en todo el periodo, si no se modificara el sistema, se quedaría con unos 42.000 millones. Francia, con el apoyo de casi todos los países, pero especialmente con el de España e Italia, exige a Londres una rebaja más intensa para dejar el cheque en 35.000 millones. Los argumentos de estos países indican que si no se aplica esta rebaja mayor, el Reino Unido no contribuye en nada a los costes de la ampliación de los 12 nuevos Estados.

- Mantenimiento del 'cheque'. Este aspecto, aparentemente menos relevante, es otro de los conflictos de fondo. Los británicos pretenden renunciar a una parte de su cheque, pero sólo durante las próximas perspectivas (2007-2013), para recuperarlo entero a partir de 2014. Ningún país está dispuesto a esta concesión, ya que supone una hipoteca ante futuras ampliaciones. Además, el efecto perverso del mecanismo del cheque que permite recuperar al Reino Unido un 66% de su saldo neto, supone que cuanto más crece el gasto fuera de su país, más dinero recibe. El recorte debe ser permanente.

- Reforma de la Política Agrícola. Blair exige a Francia que en 2008 se reforme la Política Agrícola Común, que consume un 40% del presupuesto comunitario, y que la aplicación de esta reforma entre en vigor dentro de las próximas perspectivas, es decir, antes de 2013. Francia esgrime que la cuantía de los gastos agrícolas, tras un importante recorte, se acordó en el Consejo de octubre de 2002 por todos los jefes de Estado y de Gobierno, y que, por tanto, no tiene sentido una nueva revisión. España, Italia e Irlanda secundan a Francia en esta posición. Pacta sunt servanda [lo pactado obliga], recuerda Francia. Chirac estaría dispuesto a discutir durante los próximos años la política agraria si se aborda toda la estructura de gasto, pero siempre que su entrada en vigor fuera a partir de 2013.

Los tres puntos de discusión permiten aproximaciones si los forcejeos logran reducir las diferencias. Un aumento del gasto total, fijado en la propuesta británica en el 1,03% del PIB comunitario hasta el 1,04% o el 1,05%, podría facilitar las cosas.

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