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CUMBRE DEL COMERCIO MUNDIAL

Los países ricos ofrecen más ayuda para lograr que los pobres bajen sus aranceles

La OMC advierte de que el verdadero debate es la reducción de las subvenciones agrícolas

La Unión Europea ofreció ayer a los países en vías de desarrollo, nada más abrirse la primera jornada de la cumbre ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), "una nueva gran ayuda para impulsar el comercio" cifrada en 1.000 millones de euros a partir de 2010, lo que sumado a los 1.000 millones ya prometidos en julio pasado elevaría estas ayudas a 2.000 millones a partir de la citada fecha. También Japón anunció un nuevo plan de ayudas a través de créditos, y Estados Unidos estudia su participación en alguno de los esquemas.

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Los países ricos esperan que, a cambio, los países emergentes y pobres reduzcan sus aranceles y faciliten la penetración de productos industriales y servicios occidentales.

Fue el director general de la OMC, Pascal Lamy, quien advirtió, tras anunciarse diferentes programas de ayuda a los países en desarrollo, de que estas iniciativas "no pueden ser un sustituto de las negociaciones para alcanzar un acuerdo en agricultura y productos industriales". Lamy agregó: "No es excusa para no hacer nada en esas dos grandes áreas".

El anuncio de la oferta por parte de la UE fue hábilmente presentado por el comisario Peter Mandelson, quien hizo difundir un comunicado con la información. "Europa no ha venido a Hong Kong con las manos vacías en materia de ayuda al comercio", dijo Mandelson, quien atribuyó la decisión a una reunión del Consejo de Ministros de la UE, en representación de los 25 Estados miembros, celebrada la noche del lunes en respaldo del comisario de Comercio.

El plan original de ayudar en 1.000 millones de euros a los países pobres a partir de 2010 para que impulsen el comercio fue anunciado por la UE con ocasión de la cumbre anual del G-8 (EE UU, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Canadá y Rusia) el pasado mes de julio en Gleneagles. Pero la cifra hecha pública ayer supone duplicar la cantidad comprometida hasta llegar a los 2.000 millones de euros. Con todo, habrá que ver si este programa, reciclado especialmente para Hong Kong, se convierte en realidad.

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Este tipo de ayudas relacionadas con el comercio están dirigidas a mejorar la capacidad de los países en desarrollo para obtener ventajas en el acceso a los mercados, hacer más eficaces los procedimientos administrativos y dotar de medios a los países productores para que puedan adaptarse a las exigencias internacionales en materia sanitaria y de seguridad a fin de poder exportar.

Mandelson pasó así a la ofensiva ante las críticas que ha venido sufriendo la Política Agrícola Comunitaria, identificada por los países emergentes y en desarrollo como uno de los mayores obstáculos para lograr un acuerdo de liberalización comercial. El comisario europeo desafió a Japón y a Estados Unidos a sumarse a este tipo de ayudas y les urgió a adoptar otros acuerdos, como el suscrito por la UE en 2001 por el cual se eliminaron las cuotas y aranceles en los mercados europeos, con la excepción, hasta 2009, del plátano, el arroz y el azúcar, para un grupo de 49 países muy pobres, el programa llamado Todo Menos Armas.

"Aunque algunos países, como es el caso de Bangladesh, han aumentado un 160% sus exportaciones tras ese acuerdo, el coste total de dicho pacto tiene un coste bajo en términos comerciales y económicos", dijo una fuente comunitaria a este periódico.

Críticas a la nueva oferta

Las organizaciones no gubernamentales presentes en esta cumbre han criticado la nueva oferta. "En lugar de honrar sus compromisos de concretar esta Ronda del Desarrollo reformando las reglas del comercio en interés de los países pobres, la UE, Estados Unidos y Japón están ofreciendo a los países más pobres un paquete de ayuda que ya habían anunciado en otras reuniones. La Unión Europea se gasta 1.000 millones de euros por semana en subsidios agrícolas", señaló el activista John Hilary.

Es, precisamente, lo que volvió a reiterar ayer el ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Celso Amorim, quien insiste en la necesidad de que la Unión Europea se comprometa a dar una fecha para el fin de los subsidios agrícolas.

Japón, a su vez, reiteró ayer una propuesta de ayuda de 10.000 millones de dólares a los países más pobres durante un periodo de tres años mediante un paquete de préstamos que ya anunció en julio pasado, en Gleneagles. EE UU podría presentar alguna propuesta en el mismo sentido.

Anoche, tras la cena celebrada con todas las delegaciones, el director general de la OMC, Pascal Lamy, se reunió de manera informal con la veintena de países que tienen la llave de la Ronda de Doha para pulsar el ánimo realmente existente.

Manifestantes disfrazados de líderes políticos protestan en Hong Kong contra la cumbre de la OMC.
Manifestantes disfrazados de líderes políticos protestan en Hong Kong contra la cumbre de la OMC.REUTERS

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