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EL FUTURO DE EUROPA

Un pacto de mínimos para salvar la Unión

El acuerdo sobre los presupuestos abre una esperanza para una Europa paralizada por los intereses nacionales

Andreu Missé

Europa ha esquivado momentáneamente la crisis. Con un compromiso sobre el presupuesto, aunque sea de mínimos, la UE ha logrado detener la racha de fracasos iniciada la pasada primavera con los rechazos a la Constitución por Francia y Holanda. A pesar de los fuertes recortes en el gasto total introducidos por el primer ministro británico, Tony Blair, la transferencia neta de más de 150.000 millones a los nuevos países de la ampliación, constituye una verdadera palanca para relanzar el proyecto europeo ante los dos grandes desafíos pendientes: la aprobación de la Constitución y la nueva ampliación.

Las más de 30 horas de negociaciones de la pasada cumbre propiciaron la aparición de una nueva generación de líderes en el escenario europeo, entre ellos la canciller alemana, Angela Merkel, a quien se atribuye parte del éxito del acuerdo, como ha recordado en privado el presidente de la Comisión José Manuel Durão Barroso. La canciller desbarató parte de la estrategia de Blair exigiendo un aumento de más de 12.000 millones de euros a su propuesta inicial. Para Merkel la importancia del acuerdo es que ahora los líderes pueden "dedicarse a otros asuntos importantes".

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Otros destacados protagonistas de la cumbre de los pasados 15 y 16 de diciembre destacaron el cambio de escenario que significaba el acuerdo. Para Barroso, la aprobación del presupuesto "es una señal política importante para Europa. Europa evitó la parálisis y está en marcha".

Blair: "España está cediendo"

También Blair efectuó una valoración positiva del resultado de la cumbre y explicó que ha habido países que han tenido que ceder más que Gran Bretaña. "Por ejemplo, España está cediendo del orden de 40.000 millones de euros en las nuevas perspectivas financieras", señaló. Calificó de infundada la impresión de que "el Reino Unido esté renunciado a dinero y todos los demás estén ganando". Para avalar su tesis, añadió: "España e Irlanda pasarán de ser beneficiarios netos a tener una situación equilibrada o casi de contribuyentes netos".

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El presidente francés, Jacques Chirac, que logró mantener la Política Agraria Común, subrayó: "La experiencia prueba que cuando Alemania y Francia están de acuerdo sin fisuras, la política europea se desarrolla normalmente". En esta ocasión el eje franco alemán contó con el apoyo de España, Italia, Austria, Polonia y Bélgica.El protagonismo de José Luis Rodríguez Zapatero, otras de las nuevas caras de escena política europea, ha sido más relevante que en la cumbre anterior. Zapatero mantuvo tres reuniones bilaterales con Chirac, otra con Merkel, y otros líderes de los nuevos países de la ampliación. El dirigente español, quizá influido por los buenos resultados obtenidos por la delegación su país, calificó el acuerdo de satisfactorio. "Es una solución de compromiso", indicó. El presidente español puso el acento en que "Europa sigue siendo solidaria" al recordar los más de 150.000 millones de euros que se transfieren a los nuevos Estados miembros.

Pero el mercadeo de la pasada madrugada, puso de relieve también las auténticas deficiencias del proyecto europeo cada vez más dominado por los intereses nacionales. El primer ministro belga, Guy Verhofstadt, llamó la atención sobre ese tipo de negociaciones al advertir de que en el futuro ya no se podrá realizar el presupuesto "de esta manera", porque "reduce la transparencia y es cada vez más difícil conocer lo que aporta y cede cada país".

La fragilidad del acuerdo fue destacada ayer mismo por el presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, quien recordó que el presupuesto "está aún lejos de la posición de la Eurocámara", que debe dar su aprobación final. Las Perspectivas Financieras 2007-2013 prevén un gasto total de 862.363 millones de euros, lo que representa el 1,045% del PIB comunitario. Un volumen muy inferior al aprobado por el Parlamento el pasado junio que cifró el gasto total para el septenio en 974.837 millones de euros, el 1,18% del PIB. Una diferencia de más 112.000 millones. Los presidentes de los grupos parlamentarios se reúnen hoy en Viena para analizar los presupuestos aprobados por el Consejo Europeo.

El primer ministro luxemburgués, Jean Claude Juncker, expresó su confianza en que el Parlamento "restablezca las cifras en la misma dimensión que nosotros las habíamos dejado". Hay que recordar que durante la pasada presidencia de Luxemburgo, Juncker intentó la aprobación de un presupuesto mucho más ambicioso que el aprobado ayer, y que elevaba el gasto a 871.514 millones de euros, el 1,06% del PIB. Entonces el acuerdo fue rechazado por Reino Unido, Holanda y Suecia por considerar excesiva su contribución. Al rechazo se sumó también Finlandia y España.

Aunque en la recta final de las negociaciones, se destaca el sacrificio de Tony Blair, por haber recortado los ingresos que obtiene su país por el mecanismo del cheque (compensaciones por no recibir ayudas agrícolas) en 10.500 millones de euros, frente a los 8.000 inicialmente propuestos, la realidad es muy distinta. Reino Unido fue el gran beneficiario del acuerdo. Con la propuesta de Luxemburgo del pasado junio, Reino Unido resultaba ser contribuyente neto en más de 75.000 millones de euros. Con los presupuestos aprobados ayer su contribución se limitará a 60.500 millones de euros.

Blair explicó que "todos los países ricos de la Unión Europea" verán modificadas sus aportaciones al presupuesto comunitario como consecuencia de la ampliación.

La canciller alemana, Angela Merkel, a su llegada el viernes a la cumbre de Bruselas.
La canciller alemana, Angela Merkel, a su llegada el viernes a la cumbre de Bruselas.ASSOCIATED PRESS

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