El PP ve "inevitable" ese tipo de declaraciones, y los nacionalistas las tachan de "golpistas"
Los partidos políticos reaccionaron de forma muy diversa a las declaraciones del teniente general José Mena Aguado sobre el proyecto de reforma del Estatuto catalán. Mientras los nacionalistas las condenaron abiertamente, el secretario de Comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, no quiso entrar a valorar su contenido, pero afirmó que este tipo de reacciones son "el reflejo de la situación que estamos viviendo", por la polémica que ha generado el debate del Estatuto.
El portavoz del PP destacó, en declaraciones a Europa Press, que el Rey hizo ayer mismo una referencia a la unidad de España y a la importancia de mantener de la convivencia constitucional, mientras el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "frivolizaba", tomando distancia sobre la cuestión.
Para Elorriaga, Zapatero mantiene "una posición frívola y en ocasiones pusilánime, tomando distancia sobre los mayores problemas que está viviendo España, y desde luego, la más grave crisis constitucional de los últimos años". "Cuando ése es el ambiente y se contrastan las declaraciones del Rey y de Rodríguez Zapatero no deja de parecer inevitable que se produzcan pronunciamientos de todo tipo en estos días", concluyó en referencia a las palabras del militar, aunque más tarde aclaró que "es a José Bono [ministro de Defensa] a quien corresponde dar explicaciones".
"Actitud responsable"
El PSOE aprovechó para cargar contra su principal rival político. El responsable de Política Autonómica, Alfonso Perales, criticó "la actitud irresponsable" del PP por el "uso partidista" de las declaraciones. "El señor Rajoy, con esta actitud tan irresponsable, se descalifica de manera definitiva como alternativa para gobernar este país", concluyó.
El secretario general de Convergència i Unió, Josep Antoni Duran Lleida, tildó las manifestaciones de "inaceptables", porque "entre las funciones del Ejército no se contempla en la Constitución la de emitir juicios políticos".
El portavoz de Esquerra Republicana en la Comisión de Defensa del Congreso, Joan Puig, tras recordar que Mena se había excedido de sus funciones, aseguró que "en el siglo XXI y en democracia los militares están para otras cosas". Desde Iniciativa per Catalunya, su vicepresidente y senador, Jaume Bosch, aseguró que el teniente general "ha demostrado no conocer la Constitución o, lo que sería peor, que hace una interpretación antidemocrática" de las misma.
Iñaki Anasagasti, portavoz del PNV en el Senado, calificó las declaraciones de "torpeza política". Si estuviéramos en 1981, cuando se produjo el golpe de Estado, se le calificaría "golpista", aseguró. Ahora, más bien es un "general absolutamente trasnochado y fuera de la realidad política". Las manifestaciones, continuó, son "propias de un militar preconstitucional". "Los ejércitos se miden también por sus palabras, porque tienen en sus manos un elemento inflamable, que es la fuerza bruta".
El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, también calificó de "inaceptable" la "amenaza" de Mena, aunque aclaró que estas declaraciones "no empañan la imagen" de las Fuerzas Armadas que, a su juicio, "son democráticas y homologables a las de cualquier país europeo".
