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Los Rolling Stones consiguen por fin estrenarse en China

La censura impuso al grupo eliminar algunos temas de su repertorio

Un cuarto de siglo después de que lo intentaran por primera vez, los Rolling Stones pudieron actuar ayer por fin en China continental. La banda de rock más famosa del mundo deleitó a una audiencia integrada principalmente por extranjeros, en un pequeño estadio cubierto de 8.500 plazas, en Shanghai. El grupo aceptó someterse a la censura de las autoridades chinas, que pusieron como condición que no interpretara cinco de sus canciones más famosas. En 2003, los Rolling tuvieron que suspender sendos conciertos en Pekín y Shanghai, a causa del síndrome respiratorio agudo y grave (SARS), aunque en noviembre de ese año tocaron en Hong Kong.

La banda arrancó con la canción Start me up, para seguir después con una mezcla de repertorio clásico y moderno. Fueron en total 18 títulos, entre los que no estaban incluidos algunos de los más famosos.

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El recopilatorio de grandes éxitos 40 licks fue reducido a 36 canciones cuando se lanzó en China en 2003. Let's spend the night together, Brown sugar, Honky tonk woman y Beast of burden fueron vetadas, supuestamente por sus letras provocadoras, aunque la versión completa pirata se encuentra en muchas tiendas. Las autoridades exigieron que estos mismos títulos no figuraran ayer. La quinta pieza prohibida fue Rough justice, la primera de su nuevo álbum, A bigger bang. El grupo, sin embargo, se despachó con odas al estrangulador de Boston o a Satán en las clásicas Midnight rambler o Sympathy for the devil, respectivamente.

Uno de los momentos más señalados fue el dúo de la canción Wild horses entre Jagger y Cui Jian, el músico de rock más famoso de China, que ha sido censurado en muchas ocasiones por el Gobierno por su participación en las protestas de Tiananmen, en 1989. Cui aseguró antes del espectáculo que la visita de los Stones era "un hito" para él y para los amantes del rock en el país asiático.

En una rueda de prensa celebrada el pasado viernes, Jagger restó importancia a las restricciones recibidas, y dijo que lo habían previsto. "No esperábamos venir a China y no ser censurados. Afortunadamente, tenemos otras 400 canciones, así que no es un gran problema". A continuación, recurrió al sarcasmo. "Me alegra de que el Ministerio de Cultura esté protegiendo la moral de los banqueros expatriados y sus amigas que van a acudir", dijo en referencia a la audiencia mayoritariamente foránea y pudiente. El precio de las entradas osciló entre 300 y 3.000 yuanes (de 30 a 300 euros), algo inalcanzable para la inmensa mayoría de la población. El salario medio en Shanghai es de 1.700 yuanes.

La llegada de los Rolling Stones no ha provocado, sin embargo, la misma pasión que en otros países de su gira mundial. El grupo estadounidense es relativamente poco conocido en China, país que se encontraba en pleno aislamiento maoísta en los años sesenta y setenta, cuando la banda estaba en su cenit. Además, el rock en China sigue siendo marginal, ya que durante mucho tiempo ha sido considerado por los dirigentes comunistas "un contaminante espiritual".

La radio y la televisión están dominadas por baladas melosas y música tradicional, mientras rechazan promocionar el rock y su imagen de rebelión y rechazo del poder. "¿Los Rolling Stones? No sé quiénes son, pero conozco a los Backstreet Boys", aseguraba Zhang, una joven diplomada de la Universidad Internacional de Economía y Negocios de Pekín. En los centros comerciales y aeropuertos chinos flota continuamente el saxo de Kenny G.

Los Rolling intentaron actuar por primera vez en China en 1980, pero su petición fue rechazada después de que un encuentro celebrado en Washington entre Mick Jagger y funcionarios chinos acabara en desencuentro.

El concierto de ayer supone, sin embargo, un paso importante en el proceso de apertura del pobre panorama cultural chino, que se encuentra sometido a estricta supervisión oficial. Y, para Shanghai, es una nueva victoria en su afán por convertirse en uno de los centros económicos y financieros de Asia con una amplia oferta de ocio. En los últimos años, han tocado en la antigua Perla de Oriente Elton John, Whitney Houston y Deep Purple, entre otros.

Mick Jagger, a la izquierda, con el rockero chino Cui Jian, en un momento del concierto.
Mick Jagger, a la izquierda, con el rockero chino Cui Jian, en un momento del concierto.AP

Silencios forzados

La censura no es algo nuevo para la banda. También la ha vivido en su propio país. Durante su aparición en The Ed Sullivan show, en 1967, la dirección del programa de televisión exigió al grupo que modificara la letra de la canción Let's spend the night together (Pasemos la noche juntos). Jagger cambió un par de palabras y cantó Let's spend some time together (Pasemos algún tiempo juntos), al tiempo que ponía los ojos en blanco.

En febrero, en la Super Bowl (la competición de fútbol americano), los organizadores silenciaron el micrófono de Jagger en dos de las tres canciones que interpretaron para evitar que los 90 millones de telespectadores escucharan algunas palabras de contenido sexual. Los Rolling esperan que la prevista posterior emisión del concierto de Shanghai en la televisión china ayude a incrementar el conocimiento del rock en el país.

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