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Fútbol | Semifinales de la Liga de Campeones

"Aún nos queda mucho por sufrir"

Puyol se muestra satisfecho con el resultado pero apela a la prudencia

Ramon Besa

Los futbolistas del Barça lucían una sonrisa de oreja a oreja después del partido, de la victoria en San Siro, el feudo del Milan. La misma sonrisa esbozaron los aficionados cuando los jugadores, tras el pitido final, les agradecieron su incondicional apoyo con aplausos. Y repitió gesto de satisfacción el técnico azulgrana, Frank Rijkaard, cuando le preguntaron sobre el encuentro: "Es un resultado estupendo. El Milan siempre es peligroso y por eso aún estoy más contento". Y amplió: "Era fundamental ganar aquí porque nos ha dejado en una buena posición para la eliminatoria". Rijkaard, además, está más cerca de ingresar en el club de los jugadores que también han ganado la Champions como técnicos. Miguel Muñoz, Trapattoni, Cruyff y Ancelotti son los únicos que tienen este privilegio. Pero el holandés, como todos los azulgrana, irradiaba tanta felicidad como prudencia. "No hay nada de euforia", sentenció.

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Ningún equipo en competición europea había vencido en San Siro al Milan desde que lo hizo el Celta en diciembre de 2003. Esta temporada, de 17 partidos disputados en Liga, el Milan se había impuesto en 16. "Me quedo con la calidad y con los momentos de gran fútbol que hemos practicado", convino Joan Laporta, presidente del Barça. Las estadísticas dieron la razón al máximo dirigente azulgrana. Un ejemplo: al final del choque, durante 72 segundos consecutivos, todos los jugadores del Barça tocaron el balón de lado a lado del campo. Pero eso fue la tónica en la segunda mitad, por mucho que los destellos magistrales de Kaká se empeñaran en evitarlo. Rijkaard así lo entendió, pero fue cauteloso: "Todavía tenemos que jugar un segundo partido". Laporta, aunque más optimista, opinó igual: "Hay que ser muy prudentes porque esto ya es historia. Pero estoy convencido de que si jugamos con la misma intensidad en el Camp Nou, iremos a París".

Carlo Ancelotti, técnico del Milan, con el semblante triste pero no abatido, reflexionó sobre la clave del partido: "El Barça ha ganado porque ha sabido materializar las ocasiones. Nosotros, no". Valdés recogió el testigo: "Ha sido un partido muy táctico y, afortunadamente, hemos sabido cortar sus ofensivas". Pero Eto'o fue más precavido en su resumen: "Tenemos cierta ventaja, pero hoy hemos peleado mucho por la victoria". Deco, desde su casa, mordiéndose las uñas, observó el devenir del partido. Después, las cámaras de TV-3 quisieron saber su opinión. "Hemos comenzado el encuentro un poco nerviosos, pero luego hemos entrado en el ritmo del partido", explicó. Y prosiguió: "En la segunda mitad el Milan no ha sabido jugar y nosotros, como contra el Chelsea, no tomamos riesgos en ataque y practicamos un gran fútbol".

Puyol, capitán del equipo, resumió el sentir azulgrana: "Hay que poner los pies en el suelo y ser conscientes de que aún nos queda mucho por sufrir". Y analizó: "En el Camp Nou estaremos más cómodos porque la hierba de San Siro estaba un poco alta y nos ha perjudicado en nuestro juego". Pero Ancelotti le respondió: "En Barcelona buscaremos la revancha".

La mala noticia, una vez más, fueron los rebeldes músculos de los jugadores azulgrana. Oleguer, al tratar de cortar un pase de Kaká, se rompió la zona del adductor izquierdo. Luego le mostraron la tarjeta amarilla por perder tiempo y, por consiguiente, no podrá jugar el partido de vuelta por acumulación de cartulinas. "Estaba prevista", reconoció Ten Cate, ayudante de Rijkaard. Todo estaba controlado. Todo salió a pedir de boca. "Cuando las cosas salen bien, hay que disfrutar", sugirió Iniesta. Y Deco, optimista y ansioso por retornar a jugar en la Liga de Campeones -se perdió el partido de ayer por sanción-, sentenció: "Sin duda, estamos más cerca de París".

Entradas devueltas

El Milan aceptó encantado las 1.800 entradas que devolvió el Barcelona, más por cuestión de restarle ánimos al rival que por negocio, pues las localidades no salieron a la venta: lo prohibió la UEFA para evitar mezclar aficiones. Los tickets que no quiso la afición barcelonista no fueron para nadie; pese a ello, el estadio de San Siro registró ayer la cifra récord de 76.858 espectadores.

Resulta sorprendente que un club que cuenta con más de 120.000 socios como es el azulgrana no sea capaz de movilizar ni a 5.000 seguidores, que son los que apoyaron, por ejemplo, al Benfica en el Camp Nou en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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