Carmen Thyssen dice que está dispuesta a subirse a un árbol para evitar la tala en el paseo del Prado

Carmen Thyssen aseguró ayer que si el Ayuntamiento de Madrid mantiene el proyecto de reforma del eje Recoletos-Prado y decide talar los árboles del Salón del Prado, entre la glorieta de Cibeles y Neptuno, donde se ubica el Museo Thyssen, "Medio Ambiente Internacional declarará la zona inhóspita". Y elevó el tono de sus amenazas anunciando que está dispuesta no sólo a encadenarse a un árbol, sino a subirse a él, si el Ayuntamiento no rectifica.

La baronesa declaró en TVE que los 690 árboles que se verán afectados por el proyecto municipal están protegidos por Medio Ambiente. "Podría ampararme en el derecho social al paisaje [para defender los árboles]", dijo. "Es imposible que esos árboles se puedan trasplantar debido a su tamaño, digan lo que digan los expertos". Y agregó: "Las raíces tienen ocho metros; no pueden trasplantarlos y sustituirlos por otros pequeñitos, que serán de metro o metro y medio y no los veremos crecer hasta dentro de 30 o 50 años".

Hace días, la baronesa dijo que se ataría a los árboles si el Ayuntamiento no atendía a sus peticiones. Ayer, en declaraciones a RNE, agregó: "Me subiré a un árbol, con la tarterita, y me sentaré allí a que pasen 24 horas".

El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, respondió que no se va a talar "ni un solo árbol"y se mostró dispuesto a "trabajar por el consenso", pero advirtió de que el proyecto avanzará "con o sin" el acuerdo de la baronesa.