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El cambio de voto de ERC

Maragall sugirió a Esquerra una salida pactada del Gobierno catalán tras su 'no' al Estatuto

"Debéis actuar en consecuencia". La frase se la lanzó el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, al líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Josep Lluís Carod, el pasado viernes en el transcurso de un almuerzo. El significado sólo tenía una interpretación posible apenas dos horas después de que la dirección republicana, forzada por sus bases, oficializara su voto en contra al Estatuto en el referéndum previsto para el 18 de junio. Maragall ofreció a Carod una salida pactada de ERC del Gobierno, según han confirmado a este periódico fuentes de la cúpula del partido republicano y del Ejecutivo autónomo.

La solución pasaría por que los independentistas abandonaran de inmediato el Gobierno y volvieran a incorporarse en el futuro. Maragall no concretó cuándo se produciría ese regreso, pero según fuentes gubernamentales, se refería a después de un adelanto electoral en Cataluña. En cambio, Carod Rovira interpretó que su vuelta sería tras el referéndum estatutario.

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El líder independentista rechazó el conjunto de la oferta pues, en su opinión, su partido no debe abandonar la Generalitat porque considera compatible su permanencia con su oposición al principal proyecto que incluye el Pacto del Tinell: la reforma del Estatuto de 1979. "Si alguien se siente incómodo en este Gobierno, que se vaya. Esquerra se siente muy bien formando parte de él", advirtió ayer Carod tras participar en la reunión del Consejo Nacional de ERC, que ratificó por unanimidad la decisión de votar no en el referéndum. Una táctica tan compatible como la de pedir el no en el referéndum y abstenerse, en cambio, en la votación en el pleno del Senado para así, dijo Carod, no retrasar la celebración del referéndum y hacer pinza con el PP.

Un portavoz oficial de la Generalitat rechazó que Maragall, con su expresión "actuar en consecuencia", estuviera invitando a los republicanos a abandonar el Ejecutivo. "Sencillamente era una reflexión", comentó este mismo interlocutor.

En todo caso, sugiriera o no Maragall la salida de ERC, los socialistas catalanes e Iniciativa per Catalunya -los otros socios del tripartito catalán- adivinan pocos meses de vida al Gobierno catalán, aunque públicamente sus dirigentes prefieran ser cautos en sus augurios. Como la víspera, todas las fuentes consultadas admiten que la única solución pasaría por un adelanto electoral, pero precisan que cualquier decisión, en principio, no se tomará antes del 18 de junio, día de la cita con las urnas.

Del resultado de ese referéndum dependerá si el Gobierno catalán logra agotar o no la legislatura, comentaron dirigentes como el primer secretario del PSC, José Montilla, o el líder de Iniciativa, Joan Saura. Montilla aseguró que su prioridad es el referéndum y no las elecciones. "Las legislaturas están para cumplirlas", dijo. "Aunque pueden haber excepciones", apostilló el también ministro de Industria en Gijón, informa Javier Cuartas. "Los resultados del referéndum pueden cambiar la situación política de Cataluña", abundó por su parte el consejero de Relaciones Institucionales de la Generalitat, Joan Saura.

Entre los dos socios de Esquerra en el Ejecutivo de Maragall está cundiendo la idea de que la única fórmula que podría evitar el avance electoral es una victoria tan holgada del que obligara a los republicanos a reconocer su derrota y, por tanto, a gobernar Cataluña con este nuevo Estatuto y a aplicarlo sin ponerlo en entredicho constantemente. Sería, según fuentes de estos partidos, la única forma de conseguir un poco de paz a un Gobierno que, desde su formación en diciembre de 2003, ha estado inmerso en permanente crisis.

Pero tanto el PSC como Iniciativa confían poco en esta solución y consideran que el presidente Pasqual Maragall debería convocar elecciones no más tarde del próximo otoño, un año antes de lo previsto. Pero también conscientes de que este contexto de crisis no haría más que favorecer los intereses de Convergència i Unió y aumentar sus posibilidades de volver al poder en Cataluña los socios de los republicanos piensan poner toda la carne al asador en la campaña por el Estatuto, que ya ha comenzado en Cataluña.

Ningún partido quiere empeorar esta crisis y todos ofrecen sus recetas para llegar al 18 de junio con pocos rasguños. Los republicanos abogan por una campaña en positivo, hasta el punto de que el viernes pasado el mismo Carod le comunicó a Maragall que, en su opinión, los consejeros del Gobierno no deberían intervenir en actos propagandísticos ni a favor ni en contra del Estatuto. Sólo habría dos excepciones a esta regla: el propio Maragall y el consejero Joan Saura, líder de ICV. Pero Maragall rechazó la propuesta. Lo único que han estipulado republicanos y socialistas es un pacto de no agresión en los mítines y destinar todas las críticas al Partido Popular.

Algunos consejeros, al final, participarán en los mítines. Los mismos que han aprobado la campaña institucional del Gobierno catalán que ayer presentó oficialmente el consejero Joan Saura. Una campaña que, pese a ser teóricamente neutra, apoya inequívocamente la reforma estatutaria. Bajo el título El nuevo Estatuto de ahora en adelante, la ofensiva publicitaria a cuenta de los avances competenciales, simbólicos y de financiación que supone el nuevo Estatuto.

El líder de ERC, Josep Lluís Carod, se dirige al Consejo Nacional de su partido, reunido en Barberà del Vallès, Barcelona.
El líder de ERC, Josep Lluís Carod, se dirige al Consejo Nacional de su partido, reunido en Barberà del Vallès, Barcelona.SUSANNA SÁEZ

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