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El futuro del País Vasco

El jefe del Gobierno vaticina que el proceso durará "tres o cuatro años"

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, vaticinó ayer que la gestión del proceso de paz se prolongará "durante tres o cuatro años" por lo que pidió el "concurso de todos", especialmente del primer partido de la oposición, el PP.

Es la primera vez que el presidente hace una estimación de cuánto puede durar el proceso de paz, pues en la rueda de prensa de La Moncloa de febrero pasado en la que también auguró que sería muy prolongado, sólo señaló que podría durar varias legislaturas.

También reveló ayer en Euskadi que, desde que empezó la actual legislatura hace ya dos años con la decisión de retirar las tropas españolas de Irak, puso todos sus "desvelos" en aprovechar la oportunidad de lograr la paz en Euskadi, un objetivo en el que aseguró haber "trabajado día a día".

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Zapatero precisó que los socialistas asumen la responsabilidad del éxito del proceso que se abre, pero instó a todos los partidos a compartirla. "Hoy empeño mi palabra de que, por parte del Gobierno y el PSOE, vamos a asumir toda la responsabilidad y a saber compartirla, y reconocerla a todos los que, de buena fe, quieren que este proceso termine con la paz y con un nuevo tiempo para Euskadi", afirmó.

El presidente hizo un llamamiento expreso a la izquierda abertzale por un lado, y al PP por otro, al señalar: "Algunos puede que tengan prisa, otros quizás piensen que esto no debería haber arrancado, pero la paciencia democrática unida a la valentía es lo que cambia las cosas, y lo que tenemos por delante no puede ser fruto de ningún laboratorio científico, sino fruto de la política".

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"Convivir, no excluir"

También se dirigió a los partidos nacionalistas al señalar que "las identidades no se cuentan ni se recuentan, sino que se comparten" para "lograr un gran acuerdo de convivencia entre todas las fuerzas políticas y los ciudadanos de Euskadi". Zapatero precisó que el futuro de Euskadi dependerá de "la voluntad y capacidad que los vascos de buena fe pongan para decir 'queremos convivir y no excluir".

Fijó como guía de actuación en el proceso "tres principios irrenunciables: la paz, la legalidad y la convivencia". Pidió a todos los partidos "generosidad y capacidad de reconciliación" para "contribuir a la gran tarea colectiva de la convivencia" y adelantó la disposición de los socialistas a "contribuir a la convivencia, a recuperar el mayor clima de respeto pese a haber sufrido tanto y no haber hecho daño a nadie", en referencia a las víctimas socialistas del terrorismo. Las citó una a una, desde Enrique Casas, asesinado en febrero de 1984, a Joseba Pagazaurtundua, en febrero de 2003.

También adelantó la posición socialista ante el foro de partidos al señalar que "Euskadi tiene su mejor sitio en la España constitucional, democrática, avanzada y libre que reconoce todas las identidades, todos los pueblos y deja decidir a todos los ciudadanos".

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