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Senegal anuncia ahora la detención de 1.500 emigrantes en sus aguas

Acusado de laxitud, Senegal empezó ayer a abrumar con datos sobre los esfuerzos que efectúa para acabar con la emigración clandestina hacia Europa como lo hicieron en su día Marruecos o Mauritania, después de ser puestos en la picota por autoridades y medios de comunicación españoles y europeos.

El coronel Antoine Wardini, portavoz de las Fuerzas Armadas de Senegal, anunció ayer que la Marina había interceptado, el 19 y 21 de mayo, "dos piraguas" con 43 y 115 candidatos a emigrar no lejos de sus costas. Horas después, el jefe de Estado Mayor de la Marina, el coronel Ousmane Salla, subió la puja hasta 19 cayucos con 1.501 emigrantes apresados desde el viernes.

Para no quedar arrinconada, la Gendarmería señaló, por su parte, que desde enero había detenido y puesto a disposición de la justicia a 30 individuos sospechosos de organizar el tráfico de seres humanos, según la Agencia de Prensa de Senegal.

La emigración ilegal irrumpió ayer en el debate político en Senegal, un país democrático gobernado desde 2000 por el presidente Abdoulaye Wade, de 79 años, que en 1974 fundó el Partido Democrático de Senegal.

Ousmane Tanor Dieng, líder del Partido Socialista (oposición), achacó "el grueso de la responsabilidad" de la avalancha migratoria al Gobierno "que no respetó su compromiso creando los empleos prometidos a los jóvenes". Después anunció que viajará a Madrid para reunirse con el presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero.

Jóvenes impacientes

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Lamine Ba, ministro de Cooperación Internacional, solicitó, por su parte, "un poco de paciencia" a los jóvenes senegaleses impacientes por emigrar. "Me parece lamentable que los jóvenes se lancen a la aventura, sorteando las olas de un mar revuelto, porque se imaginan que del otro lado encontrarán una vida mejor". "Es toda África la que padece el problema". "Les pido", concluyó su intervención dirigida a la juventud en radio RFM, "que sean un poco pacientes porque se están haciendo infraestructuras que van a sustentar nuestro desarrollo y son los jóvenes los que más provecho van a sacar".

Las primeras declaraciones hechas ayer en Dakar por Miguel Ángel Fernández Mazarambroz, el diplomático que coordinará el pequeño despliegue español en África Occidental, incitan a los senegaleses a confiar en que España atenderá la petición formulada el domingo por su presidente en un semanario de París.

En Le Journal du Dimanche, Wade se mostró dispuesto a aceptar la devolución de inmigrantes irregulares a cambio de "dinero para hacer pantanos". "La repatriación de senegaleses que no están en regla debe ser acompañada de una ayuda económica, agrícola y técnica", afirmó Mazarambroz, según la agencia senegalesa. "Eso está previsto en nuestro plan", añadió Mazarambroz aludiendo al llamado Plan África puesto a punto por el Gobierno español para frenar la inmigración clandestina y contribuir al desarrollo del Continente.

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