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"Que se inicien las acciones oportunas por el riesgo"

El Tribunal de Cuentas recibió el 17 de septiembre de 2001 la denuncia de un particular contra Afinsa. El texto de aquella denuncia es el siguiente:

"A la vista de los acontecimientos sucedidos en las pasadas semanas acerca de diversas entidades destinadas a la inversión, creo que debo poner en su conocimiento en forma de denuncia la existencia de una compañía multinacional que opera en España, Portugal, Estados Unidos y Mónaco principalmente bajo la cobertura de una supuesta entidad para la inversión en bienes tangibles que se denomina Afinsa, aunque no se trata de una compañía financiera. Esta compañía ofrece elevados rendimientos muy por encima de lo que permite su propia actividad y patrimonio y, por supuesto, actividad rayana en la legalidad vigente, ya que, con una facturación que ronda los 50.000 millones de pesetas al año, realiza actividades encubiertas de depósitos de capital y rentabilidad que son propias de una entidad financiera o bancaria, y no comercial.

Aunque tengo constancia de que esta compañía ya ha sido repetidas veces inspeccionada y sancionada por el Ministerio de Hacienda, creo que debo poner en su conocimiento la existencia de la misma, lo que ya he hecho asimismo ante la CNMV y AUSBANC y otras entidades, en la confianza de que inicien las acciones que crean oportunas por el riesgo que supone su existencia.

Les adjunto una copia de uno de los contratos tipo que utilizan y bajo los que un tipo de contrato de compraventa se oculta un depósito a plazo fijo con altas rentabilidades, así como un documento que recoge, a modo de resumen, lo más destacado de la actividad de Afinsa, que pretende operar en Bolsa.

Obviamente, los incautos 'inversores' no conocen los riesgos que corren en estas supuestas inversiones, ya que la citada compañía no cuenta con respaldo alguno". La carta, dirigida a Ubaldo Nieto, presidente del Tribunal de Cuentas, fue remitida al fiscal General del Estado, quien a su vez la dirigió al Ministerio de Economía.

El nombre del denunciante que figura en esa carta, José María Martínez Gallego, corresponde a un empleado actual de Afinsa, quien ayer declaró a este periódico que alguien ha suplantado su identidad para presentar la denuncia contra la compañía para la que él lleva trabajando 22 años. "Le he denunciado ante los tribunales por diversas falsedades. Mi firma ha sido burdamente falsificada".

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