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Catástrofe en Indonesia

Indonesia sufre otro terremoto devastador

Un seísmo de 6,2 en la escala de Richter causa más de 3.000 muertos en la isla de Java

Los desastres naturales volvieron a azotar ayer a Indonesia. Más de 3.000 personas murieron y varios miles resultaron heridas en la isla de Java a causa de un terremoto de magnitud 6,2 en la escala de Richter, que sacudió la zona central de la isla a las 5.54 hora local (cinco horas menos en la España peninsular). Muchas familias abandonaron sus viviendas presas del pánico, ante el temor a que se produjera un tsunami, como el que en diciembre de 2004 causó 170.000 muertos y desaparecidos en el país. El temblor de tierra se originó a unos 40 kilómetros de la histórica ciudad de Yogyakarta, en cuyas proximidades el volcán Monte Merapi amenaza desde hace un mes con entrar en erupción.

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"Sentí una sacudida cuando estaba en la cama. Mientras los muebles se volcaban, comenzaron a caer trozos de cemento de mi habitación del hotel. La gente salió corriendo aterrorizada al exterior en pijama", explicó a la cadena británica BBC Brook Weisman-Ross, responsable regional para desastres de Plan Internacional, una ONG especializada en ayudar a los niños. "El terremoto fue grandísimo, mayor que cualquiera de los que la gente de aquí dice que ha sentido en toda su vida".

Heru Nugroho, portavoz del hospital estatal Sardjito de Yogyakarta -ciudad situada a 25 kilómetros de la costa del océano Índico y 400 kilómetros al este de Yakarta-, afirmó que 1.500 víctimas estaban siendo tratadas en el centro y que el servicio de emergencias estaba desbordado. "Estamos cortos de agua y de fármacos. No tenemos camas y siguen llegando heridos", añadió.

La televisión indonesia mostró imágenes de camionetas cargadas de heridos, viviendas derruidas, y heridos siendo intervenidos en el suelo manchado de sangre de un hospital. Miles de vecinos se refugiaron en la plaza central de la localidad, mientras otros se congregaron en las mezquitas, iglesias y hospitales. Durante el tsunami de 2004, que arrasó la provincia de Aceh, en el extremo norte de la isla de Sumatra, muchas mezquitas resistieron casi intactas.

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Los equipos de rescate temen que haya más víctimas entre los escombros de los cientos de edificios que han resultado destruidos, la mayoría de ellos en los distritos de Bantul y Kulonprogo, donde los residentes cavaron fosas comunes para dar sepultura a la gran cantidad de cadáveres. Carreteras y puentes derrumbados dificultaron las labores de rescate.

"Los depósitos están llenos y no hay espacio para los cadáveres, que quedan envueltos en sábanas y alineados al borde de las calles", advirtieron fuentes del Ministerio de Asuntos Sociales.

"Necesitamos ayuda aquí", dijo Kusmarwanto, del hospital Muhammayida, en Bantul, el más cercano al epicentro, informa Associated Press. "Hay tantas víctimas porque las casas se han derrumbado. Hace falta evacuar a mucha gente todavía". Junto al cadáver de su esposa, Subarjo, un vendedor de comida de 70 años, lloraba. "No pude ayudarla. Estaba intentado rescatar a los niños, uno de los cuales tenía una pierna rota, cuando la casa se vino abajo. No pude ayudarla".

El presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, visitó la zona y ordenó al Ejército que envíe tropas para ayudar a evacuar a los afectados. El jefe de la policía de la provincia de Yogyakarta aseguró que el terremoto fue seguido de algunas olas, extendiendo el temor de la población a que se volviera a producir un maremoto como el que hace año y medio provocó alrededor de 230.000 muertos y desaparecidos en una docena de países, la mayor parte de ellos en Indonesia, Sri Lanka, India y Tailandia. Miles de personas huyeron en coches y motocicletas hacia terrenos más elevados. Pero no hubo tsunami. El terremoto obligó a cerrar el aeropuerto de Yogyakarta, ya que la pista resultó dañada y parte de la techumbre se desplomó. Varios barrios de la ciudad se quedaron sin suministro eléctrico.

El temblor de tierra -cuyo epicentro se situó en el mar- ha incrementado la actividad del volcán Monte Merapi, aunque, según los geólogos, el temblor de tierra no fue provocado por éste. Indonesia está situada en el llamado Anillo de Fuego, en el que la confluencia de placas continentales origina una fuerte actividad sísmica y volcánica. Sus 17.000 islas tienen 129 volcanes activos.

El temor a que el Merapi entre en erupción ha forzado en las últimas semanas la evacuación de unas 20.000 personas, por lo que algunos organismos de ayuda humanitaria ya estaban en la zona y han podido responder más rápidamente a la emergencia. El volcán entró en erupción por última vez en 1994, cuando murieron un total de 64 personas y más de 6.000 fueron desplazadas.

El terremoto no ha afectado al templo de Borobudur, del siglo IX, uno de los principales santuarios budistas del mundo y principal atracción turística de Yogyakarta. Sin embargo, sí ha dañado algunos edificios del conjunto hindú de Prambanan, el santuario hindú de Indonesia, situado en las inmediaciones de la antigua capital.

El seísmo es el mayor desastre natural que sufre Indonesia desde el tsunami. En marzo de 2005, otro temblor produjo alrededor de 1.300 muertos en la isla de Nias y la zona central de Sumatra.

Una mujer llora mientras sus familiares heridos son colocados dentro de un camión para ser conducidos a un hospital de Yogyakarta.
Una mujer llora mientras sus familiares heridos son colocados dentro de un camión para ser conducidos a un hospital de Yogyakarta.REUTERS

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