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España cedió a la petición de Francia de permitir la pesca

El Gobierno español llegó al pasado consejo europeo de pesca de Navidad, en el que se deciden las cuotas para todo el año, dispuesta a defender la parada biológica de la anchoa en aras de la recuperación de la especie, como pedían la Comisión Europea, los informes científicos y la mayoría de las cofradías españolas. Una oferta francesa de última hora hizo, sin embargo, que España terminara por dar el visto bueno al levantamiento de la veda para este año, a cambio de una reivindicación "histórica" de los pescadores españoles, según explicó entonces la ministra de Agricultura, Elena Espinosa.

La concesión francesa consistía en permitir a la flota española pescar cebo vivo en la zona de seis millas de las costas galas. Los Veinticinco finalmente acordaron para este año una cuota de 4.500 toneladas de anchoa para España, y de 500 para Francia, cantidades muy inferiores a las aprobadas para 2005.

El comisario europeo de Agricultura, Joe Borg, aseguró ayer que Bruselas está dispuesta a aplicar medidas de emergencia para lograr el cierre de la pesquería de anchoa, si los informes científicos de primavera confirman que la biomasa de anchoa no supera las 28.000 toneladas. "Nosotros recomendamos en diciembre cuota cero, pero luego se alcanzó un acuerdo con una cuota baja. Esa posición será revisada con los datos científicos recogidos en primavera", explicó Borg la víspera de su viaje por España. A la vista de los nuevos datos, la Comisión Europea tomará una decisión a principios de julio. "Si los datos demuestran que estamos como el año pasado, pediremos, mediante medidas de emergencia, prohibir las capturas", adelantó Borg: "Por ahora, los datos no son buenos".

Actividad sostenible

El comisario maltés, que considera que el mayor problema al que se enfrenta la pesquería en Europa es la sobreexplotación, recordó que los primeros en beneficiarse de la recuperación de las especies, y en concreto de la anchoa, serán los pescadores. "Hay que lograr una pesca sostenible. Si sobreexplotamos los caladeros, los pescadores se beneficiarán a corto plazo, pero a la larga se verán perjudicados". Cómo lograr un equilibrio entre la explotación de los caladeros y su perdurabilidad es una de las cuestiones que divide a los Veinticinco y que la semana pasada dio al traste con el acuerdo sobre el Fondo Europeo de Pesca, que regula las ayudas europeas al sector para el periodo 2007-2013. Los países del norte de Europa, más conservacionistas, se enfrentaron a los del sur, que buscaban más apoyo para la pesquería. Ambas posiciones se volvieron irreconciliables, y el acuerdo ha quedado de momento en suspenso.

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