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El futuro de Euskadi

Otegi dice que el proceso va mucho mejor gracias al compromiso del PSE

El líder de Batasuna pide a sus bases "serenidad" y "perspectiva"

El anuncio del PSE-EE de que va a reunirse formalmente con Batasuna ha dejado "definitivamente asentado que el proceso tiene una naturaleza y un significado políticos", y ése es su principal valor, según resaltó ayer el principal dirigente de la formación ilegalizada, Arnaldo Otegi.

Otegi destacó también de esa cita lo que tiene de aceptación de que ese proceso político "debe desarrollarse en Euskal Herria" y de que todas las fuerzas deben comprometerse en el diálogo político multilateral, es decir, en una mesa de partidos. La decisión socialista, dijo, "está en el buen camino, porque significa que hay compromiso".

El líder de la ilegalizada Batasuna reapareció ayer, tras su comparecencia ante la Audiencia Nacional, para explicar en un acto político que la situación "ha mejorado mucho" respecto a la de la semana pasada. El mitin reunió a unas 2.000 personas en Durango (Vizcaya), bajo el paraguas de la única formación legal que le queda a la izquierda abertzale, el sindicato LAB. Otegi fue discreto en su reivindicación del logro que para su formación supone el anuncio de un encuentro de Batasuna con el PSE antes de su legalización, y se limitó a calificar de "positiva" la decisión de Patxi López.

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Recalcó que no fueron las citaciones judiciales lo que llevó a Batasuna a advertir sobre el "colapso", sino lo que, a su juicio, desvelaban: que seguía vigente la estrategia de privar de cualquier significado político al proceso de paz y dejarlo reducido a un nivel técnico, por el procedimiento de "golpear y no respetar" a la interlocución de la izquierda abertzale, para así "paralizar el diálogo político".

Soltar el nudo

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"No estábamos siendo respetados", resumió. Las citaciones demostraban que "no se habían tomado medidas políticas" para hacer respetar a la izquierda abertzale y eso, a su vez, cerraba "la dinámica de diálogo multilateral que hay que llevar a cabo", es decir, la mesa de partidos. "Hemos logrado soltar ese nudo", subrayó Otegi.

Los asistentes recordaron el primer aniversario del fallecimiento del histórico Jon Idígoras con ese acto y una manifestación previa, en la que sólo ondearon banderas de LAB e ikurriñas y los gritos fueron contenidos. Otegi no estuvo en la cabecera, donde sí se situó el secretario general del sindicato, Rafael Díez Usabiaga.

Ambos quisieron resaltar el perfil de izquierdas del acto: mientras Otegi subió al escenario al grito de Gora Euskadi Gorria (Viva Euskadi Roja), Usabiaga lo abandonó al de Gora Euskadi Sozialista. Aunque sus discursos explicativos fueron seguidos con atención, sólo arrancaron aplausos en una ocasión cada uno: Otegi, cuando atacó a la Ertzaintza, y Usabiaga cuando dijo que los jóvenes se condenan "a cadena perpetua" con los bancos para tener una vivienda. Ni siquiera la reivindicación de los "caídos en el camino, los presos y los exiliados" como primeros beneficiarios del proceso de paz fue tan celebrada.

El portavoz del PNV, Iñigo Urkullu, pidió que Batasuna y los socialistas que se dejen de poner plazos y condiciones y "plasmen en un documento político de solución" las "buenas palabras" que ahora se dedican.

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